Marchas organizadas este sábado en cientos de ciudades a lo largo y ancho de Estados Unidos pidieron mayor control a las armas de fuego, después de los tiroteos masivos ocurridos en las últimas semanas en un supermercado de Buffalo (Nueva York) y en una escuela de Uvalde (Texas).
Las concentraciones, organizadas por el grupo juvenil “March for Our Lives” (Marcha por nuestras vidas) se dieron en poblaciones grandes y pequeñas de todo EE.UU., desde Nueva York y Los Ángeles hasta zonas rurales de Iowa y Wisconsin.
La principal fue la de la capital, Washington D.C., que se convocó junto al icónico monumento a George Washington, el obelisco que se alza en el centro de la ciudad a poca distancia de la Casa Blanca y entre el Capitolio y el monumento a Abraham Lincoln.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente de EE.UU., Joe Biden, apoyó las marchas y aseguró que una mayoría de estadounidenses quiere medidas legislativas “de sentido común” en relación a las armas.
«El Congreso tiene que prohibir la armas de asalto y los cartuchos de alta capacidad; hacer más estrictos los controles de antecedentes y eliminar la inmunidad de los fabricantes de armas ante acusaciones legales”, indicó Biden.
El grupo “March for Our Lives” fue creado en 2018 por estudiantes del instituto Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), donde se produjo un tiroteo en que murieron 17 personas.
Ese mismo año, la organización convocó una marcha en Washington a la que asistieron cientos de miles de personas, también con el objetivo de presionar al Congreso para que tomase medidas legislativas que restringiesen el acceso a las armas de fuego.
En la marcha de hoy en Washington se produjo un pequeño incidente cuando, durante un minuto de silencio, un hombre se puso a gritar y varios asistentes se lanzaron a correr, aunque resultó ser una falsa alarma.