Y Rocío Nahle nomás hizo la finta… está visto que ella está convencida de que no requiere más que haber sido nombrada “corcholata” para echarse a la hamaca y esperar, aunque otros ya le están comiendo el mandado.
Las encuestas la desinflan y la percepción ciudadana la difumina. Su cacareado anuncio de la gira de trabajo por algunos puntos de la entidad, en eso quedó, en un anuncio sin resultados expuestos que llevan a suponer el fracaso o en una de ésas, que ni siquiera estuvo realmente de gira porque el hecho de subir paisajes de Tuxpan, Papantla y el Puerto jarocho no implica que haya estado allí, es como si usted publica una foto de Dubai diciendo lo hermoso que es, pero no se tiene la certeza de su presencia en ese punto.
Volvemos a insistir: Nahle está muy creída o de plano, no le interesa Veracruz.
No, por favor, su presencia el fin de semana en la inauguración de la planta de “Nescafé” (dixit Gobierno del Estado) no cuenta por ella, sino por la presencia del Presidente López Obrador…
Y si la desidia política con la que se comporta la secretaria de Energía fuera poca, hay que sumarle lo negro de quien se supone es su aliado: Bola 8.
Hay entre empresarios, asociaciones, organizaciones y mismos militantes de Morena la intención de acercarse a la secretaria de Energía para plantearle sus inquietudes, sus proyectos, sus propuestas, y “el puente” inmediato que se encuentran en Veracruz, es Bola 8, pero hagan de cuenta que es ¡el Puente del Diablo! Ni el más valiente se atreve a cruzarlo… ya ha trascendido la fama de este funcionario que con base a la intimidación, arrogancia, prepotencia, hace política.
Con ese intermediario, ocurren dos cosas inmediatas: o se desinflan (como Nahle) las intenciones de acercarse a la zacatecana, o se buscan otras “corcholatas”, ésas que van subiendo su rating político y que donde quiera que se paran, son identificados por el Pueblo, no por los morenos…
No cabe duda que en política, tu enemigo puede estar más cerca de lo que te imaginas, como ocurre con Rocío Nahle y Bola 8, pero no hay nada peor en Política, que tu peor enemigo seas tú mismo, como también le ocurre a Rocío Nahle con la desidia política que la amodorra, sea por exceso de confianza que raya en soberbia, sea en el poco interés que una zacatecana puede tener por Veracruz…