Agencias/Sociedad 3.0
En las primeras horas de este viernes 1 de julio, Rusia perpetró dos ataques aéreos en la ciudad portuaria de Odesa, dejando como saldo al menos 18 personas muertas; entre ellas dos niños.
Todo ésto ocurre a tan solo un día de que las fuerzas rusas se vieran obligadas a abandonar sus posiciones en la Isla de las Serpientes, clave para controlar las rutas marítimas.
El subjefe de la Oficina presidencial, Kyrylo Tymoshenko, informó en su canal de Telegram que los bombardeos ocurrieron cerca de las 06:00 horas del viernes -tiempo local- y que además de las víctimas mortales, hay al menos 30 personas lesionadas. Explicó que «tres misiles X-22 impactaron en un edificio de apartamentos de nueve pisos y dos centros recreativos«.
Los ataques contra la ciudad, que comparte frontera con Rumanía y Moldavia, fueron lanzados por aviones que volaron desde el Mar Negro, dijo el portavoz de la administración militar de Odesa, Sergéi Brachuk.
«Se dio el peor escenario posible y dos aviones estratégicos llegaron a la región de Odesa», dijo el funcionario en una entrevista televisiva.
Agregó que los aviones dispararon misiles «muy pesados y muy potentes».
Esta isla es considerada un punto estratégico, debido a su ubicación contigua a las rutas marítimas cercanas al puerto de Odesa.
Rusia intentó instalar baterías de misiles y defensa aérea en el lugar cuando sus fuerzas fueron atacadas con drones. La partida de Rusia de ella, significó una victoria para el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Con información de AFP y EFE