miércoles, abril 24, 2024

Enfermedades de las que no se habla…

Hoy decepcionados, sabemos que la Organización Mundial de la $alud (OM$) y nada, son dos nadas; y con su flamante Director General, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya son tres nadas…

Lo que ha sido más que comprobado durante la pandemia; cuando lo único que hacían y todavía hacen, es contabilizar el número de fallecidos y el de los contagiados.  El aprobar las “vacunas” contra el 19 será histórico y el tiempo dará cuenta de ello…

No obstante, hace no mucho tiempo la OMS era un organismo respetable; a diferencia de hoy cuando ya de plano se le ve entregado a la salud financiera, que no a la salud de la humanidad…

Ni modo que no supieran que históricamente las pandemias llegan a un pico y se retiran solas…

El fomentar el gel bacteriológico para combatir un virus es absurdo; es como querer matar moscas a balazos.  Y el uso del cubrebocas -que afortunadamente la gran mayoría ya no toma ni en cuenta- son medidas antihigiénicas…

Conozco gente que durante todo este tiempo se la ha llevado con tres o cuatro cubrebocas.  Que si realmente detuvieran los virus -que no los detienen- podría con ellos hacerse una infusión que tal vez serviría más que las mentadas vacunas…

Y fue la propia OM$ la que hace como 30 años determinó que la homosexualidad -lo que abarca a las variantes que se identifican con el arcoíris- no es una enfermedad mental.  Y en ello, como el burro que tocó la flauta, tienen razón -bueno, más o menos- su patología no está en la mente, se refleja en el comportamiento, en la actitud…

La homosexualidad es una enfermedad del instinto -del latí instinctus= impulso-  Entendiendo por instinto, un comportamiento no aprendido, que se transmite genéticamente entre los seres vivos de la misma especie, que los hace responder, reaccionar, de la misma manera ante diferentes estímulos…

El primero y más importante, es el de la conservación de la vida.  Ante una agresión o peligro, el instinto es salvarse.  Nadie en un temblor corre y se pone debajo de un espectacular en peligro de caerse, sino para otro lado.  Al ver venir un golpe, el instinto es moverse para esquivarlo, evitarlo, protegerse…

En una balacera, tan frecuentes hoy en día, la gente se esconde, no sale a darles de abrazos a los delincuentes, aunque lo pida el Presidente…

El segundo en importancia, es el de la conservación de la especie; y los del arcoíris no se pueden reproducir.  Si a una mujer le atraen las mujeres y a un hombre le atraen los hombres, sin duda que su instinto está enfermo…

Hay instintos, que cuando están enfermos son muy notorios; como el maternal.  Y no es que unas mujeres lo tengan y otras carezcan de él; es que en unas su instinto está enfermo y en las otras no…

El instinto criminal es no poco frecuente; pero existe.  Pero en esos casos ¿qué los ocasiona? si desde pequeños son claras sus tendencias; y además los ha habido siempre y por todo el mundo…

Digno de estudio saber de qué se alimentó la mujer durante su gestación, lo que directamente influye en el producto.  Y si ya de por sí la alimentación en el mundo no es la adecuada, razón por la cual la humanidad está enferma, no es extraño que las mujeres que están gestando lo hagan todavía peor…

Sería interesante saber si dentro de las tribus “salvajes”, como esas que viven en la amazonia o en remotas islas que rara vez tienen contacto con la “civilización”, si se dan casos de homosexualidad dentro de sus comunidades.  No parece haber estudios sobre ello.

Por lo pronto, por aquí nos encontramos mañana, si el Sol me presta vida.

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