El presidente Andrés Manuel López Obrador justificó este martes que cambió de opinión sobre sacar al Ejército de las calles, tal como pregonaba en sus campañas, porque encontró que el país estaba en un problema mayor de inseguridad del que pensaba.
El mandatario expresó: “Sí cambié de opinión ya viendo el problema que me heredaron, de cómo enfrentar el problema de la inseguridad. Sí sabía yo desde el principio, y estaba convencido, que la paz es fruto de la justicia, y esa es la base de la política de seguridad”, dijo.
Insistió en considerar positiva la iniciativa de reforma que envió al Congreso para integrar la Guardia Nacional como una institución más de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), tal como se usa con la guardia civil en otros países como España, Francia e Italia.
Argumentó que es necesario el cambio de mando de civil a militar para que la Guardia no corriera el mismo destino que el de la extinta Policía Federal, que se corrompió, y aseguró:
“Imagínennse, qué íbamos a hacer con la Policía Federal como estaba porque, yo creo que sí se sabe, que de la Policía Federal salieron todos los que están ahora en la cárcel o prófugos por tremenda violación a derechos humanos…
Sí, pero necesitamos que no se eche a perder como pasó con la Policía Federal. Y yo siento, y estoy convencido de que debe de estar la Guardia Nacional dependiendo de la Sedena, una rama más, como la Fuerza Aérea, así, la Guardia Nacional con el encargo de garantizar la seguridad pública en coordinación con los gobiernos estatales, que son soberanos, y de los gobiernos municipales”, expuso el presidente.