* Pacho Viejo, donde más detenidos sin sentencia hay
* Chicontepec, donde está el mayor porcentaje de reos sin sentencia
Marco Antonio Aguirre Rodriguez
El reencarcelamiento de Tito Delfín mostró una vez más que la prisión preventiva oficiosa, es un mecanismos que la Fiscalía de Veracruz usa sin recato para que a cualquier persona la puedan detener y mantener en la cárcel por un tiempo, sin sentencia de por medio.
De hecho, así es la realidad de las cárceles de Veracruz:
El 46.15 por ciento de los internos en los penales de Veracruz están sin sentencia.
La Fiscalía los tiene ahí en calidad de sospechosos, de presuntos responsables, de implicados, pero no de sentenciados.
Y esa forma de detención, la prisión preventiva, es el recurso empleado por el gobierno de Cuitláhuac García, utilizando a la Fiscalía de Veracruz como brazo ejecutor, incluso contra sus presos políticos.
De hecho, por eso Cuitláhuac García defiende la prisión preventiva, porque sin esa figura, las cárceles de Veracruz estarían medio vacías:
En lugar de que hubieran 7 mil 289 reos, habría sólo 3 mil 925 internos.
Cada preso con sentencia es porque la Fiscalía logró probar el crimen o le armó el caso para inculparlo o de plano hubo confesión.
Por esta forma de encarcelar antes de que se compruebe la culpa de alguien, es que los penales de Veracruz están saturados, con una sobrepoblación del 4.1 por ciento, según datos del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación (Segob). O sea, información oficial, no “otros datos”.
Pero los que están en prisión preventiva, pueden salir en cualquier momento, porque la Fiscalía no ha probado su culpa, aunque le sirvan a la actual titular de esa dependencia, Verónica Hernández Giadans para decir que mejoraron su trabajo.
Bueno, no pueden salir en cualquier momento, porque en cuanto detectan que algún juez está por dejarlos libres, les arman nuevos casos o simple y llanamenente los dejan en la cárcel hasta que algo, o alguien, obliga a que los excarcelen
Por lo mismo, porque ésta simulación permite presumir más detenidos, es Cuitláhuac García la defiende.
Y también porque al gobernador le da una forma de meter a la cárcel y mantener ahí a sus enemigos políticos.
Por eso, en su muy particular forma de articular expresiones, el 6 de septiembre dijo estar a favor de la prisión preventiva oficiosa, pues -aseguró- ha ayudado a que los implicados en crímenes y delitos graves no huyan.
La preferencia de Cuitláhuac García por esta forma de encarcelamiento rápido y sin comprobación de culpa, hace que Veracruz sea uno de los estados donde la misma se aplica en nueve de cada 10 casos, cuando en el promedio nacional se impuso a tres de cada cinco detenidos, de acuerdo con datos de la organización México Evalúa, actualizados durante 2021.
O sea, hay un abuso del poder del estado para someter a los ciudadanos presuntos responsables de un delito.
Dicho de otra forma, hay ultrajes a los detenidos y no sentenciados.
De acuerdo con información proporcionada por Laureano Suárez Allen, director general de Prevención y Reinserción Social, dependencia de la Secretaría de Seguridad Pública, vía solicitud de acceso a la información, en el estado hay 7 mil 289 internos y de estos, 3 mil 364 están en prisión preventiva.
Tito Delfín, el caso de preso político más sonado en los últimos días, encarcelado nuevamente, con prisión preventiva.
Esto se hace aún después de que un juez federal le concedió el amparo contra el delito que le armó la Fiscalía de Veracruz en primera instancia, de presunto desvío de recursos, el cual no le pudieron comprobar, y al cual le armaron otra acusación por un delito ambiental, por el cual le aplicaron seis meses de prisión preventiva.
Al perredista Rogelio Franco, el 13 de marzo de 2021, inicialmente lo detuvieron por violencia intrafamiliar, pero luego le cambiaron el delito por el de “ultrajes a la autoridad” y le dictaron prisión preventiva oficiosa; cuando el delito de ultrajes a la autoridad fue derogado le inventaron el de extorsión y peculado, y estaban integrando otra carpeta por sustracción de menores, para mantenerlo en prisión, también con prisión preventiva.
José Manuel del Río Virgen salió de la cárcel el 17 de junio de este año después de que un Tribunal Colegiado confirmó un amparo para que recuperase su libertad; fue encarcelado, con prisión preventiva, por el homicidio del candidato a presidente municipal de Coacoatzintla, René Tovar, lo cual la Fiscalía no pudo probar.
Otro caso de preso político al que se le impuso prisión preventiva, también en un principio por ultrajes a la autoridad, fue Pasiano Rueda, quien ganó dos veces las elecciones para presidencia municipal de Jesús Carranza
Según la información proporcionada por Laureano Suárez, el total de población penitenciaria en Veracruz es de 7 mil 289 personas, de las cuales en prisión preventiva justificada están 383 y en prisión preventiva oficiosa 2 mil 981.
Estas cifras comprueban el abuso que se hace de ésta figura por parte de la Fiscalía de Veracruz, como una forma de retener a personas, aún cuando no se les ha demostrado la culpa de las que se les acusa.
De los 18 centros de reclusión que hay en el estado, el de Coatzacoalcos es el que tiene mayor población, con 1 mil 393 internos, seguido del de Amatlán, donde se encontraban 1 mil 360 personas.
El centro de reclusión con menor número de personas es el Módulo Veracruz, el llamado “penalito”, porque es un lugar prácticamente de transición, del cual mandan a los detenidos a otros centros penitenciarios, sobre todo al de Amatlán.
Después de eso sigue la cárcel de Ozuluama, con 57 reclusos.
Por lo mismo de que el “penalito” es un lugar de reclusión temporal, es donde se contabilizó el mayor porcentaje de población en “prisión preventiva”, un 75 por ciento, correspondiente a 33 de los 44 presos contabilizados.
Después de este lugar, el mayor aglomerado de presos en prisión preventiva está en Chicontepec, una zona eminentemente indígena, donde el 66.66 por ciento de los internos está en ésta condición. Es decir, 54 de los 90 reos que ahí se tienen.
Es una zona indígena en la que hay mayor incidencia de detenidos en prisión preventiva.
Inmediatamente, en porcentaje, le sigue el penal de Jalacingo, con un 66.5 por ciento de su población sin sentencia, pero en prisión preventiva. 135 de las 203 personas ahí recluidas.
En número de personas con prisión preventiva, lo lógico sería que el penal con mayor población fuera el que tuviera más, pero no es así.
La cárcel de Pacho Viejo, en las inmediaciones de Xalapa, es en donde se encuentra el mayor número de convictos en prisión preventiva: 661.
Son más de la mitad del total de la población penitenciaria de ese lugar, el 58.03 por ciento en realidad, de un total de 1 mil 139.
Para mejor dimensionar el uso de la Fiscalía para la prisión preventiva en la zona de Xalapa, se debe apuntar que Pacho Viejo es la tercera cárcel con mayor población en Veracruz.
En Coatzacoalcos, donde está el mayor centro penitenciario del estado, de sus 1 mil 393 internos, 611 están con prisión preventiva, es decir, el 43.86 por ciento.
Está tendencia de mantener en presidio a personas que no tienen sentencia, es muy probable que permanezca, ante la baja eficacia de la Fiscalía de Veracruz para lograr condenas a los acusados, aún cuando son pocos los detenidos frente al número de delitos que se cometen en la entidad.
Cuitláhuac García y Verónica Hernández prefieren mantenerse al limite de la injusticia, que buscar formas de hacer mejor el trabajo de procuración de justicia para los veracruzanos.
Así son los que se sienten grandes místicos del estado.