Rogelio Franco Castán pudiera convertirse tranquilamente en tema para cualquier clase de Derecho Penal para que el futuro abogado no mezcle lo “Legal” con lo Político.
Hace unos días, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito, con sede en Boca del Río, concedió el amparo y protección de la Justicia Federal solicitada por Rogelio Franco Castán después de que la Fiscalía General del Estado lo acusara por peculado… ¡gana otra el tuxpeño!
De cierto modo, el caso de Rogelio Franco pasó de un asunto legal al político, cuando se dio su detención, que no aprehensión. Así, como se dieron las cosas aquel 13 de marzo y cómo se desencadenaron, pareciera que la consigna era y es mantenerlo “entambado” a como dé lugar y en la génesis de esta torcida manera de “hacer cumplir la Ley”, la mejor manera de hacerlo fue blandiendo “Ultrajes a la Autoridad”, para el que la Fiscala pedía 23 años de cárcel para Rogelio Franco… ¡ni con un feminicida es tan dura!
Ah, nomás para que vean el tamaño de la Justicia veracruzana: apenas en febrero de este 2022, el delito de Ultrajes a la Autoridad fue declarado Inconstitucional.
Ese 13 de marzo, las autoridades iban por Rogelio Franco por el delito de violencia familiar. Para quienes de un modo u otro han seguido esta historia mucho antes de la Fiscala, de la era Morena, incluso, previo al Yunismo de dos años, saben que ese cuento no es como lo pinta Caperucita…
¡Pues qué creen! Ese marzo, pero siendo día 22, se dejó insubsistente la orden de aprehensión contra Franco por ese delito…
La lógica decía que Rogelio Franco tenía un pie fuera del penal, pero el empleo de la “Justicia” bajo la idea de mantener la consigna firme, era claro: el perredista no podía salir de la cárcel… así que se le imputaron otros dos delitos: Peculado y Extorsión.
¿Así o más claro?
Rogelio Franco, se insiste, es un caso para llevarlo a una clase de Derecho Penal, pero también para su análisis político…
En lo que fue la previa al nacimiento de Morena, si había un joven que destacara entre los aliados de Andrés Manuel López Obrador, ése sin duda era Rogelio Franco Castán. Cada vez que el Peje se hacía presente en Veracruz, solicitaba la presencia del tuxpeño y era para hacer el recorrido a su lado… ¿Qué fue lo que ocurrió? Sus caminos se bifurcaron… hay quienes dicen que si Franco Castán hubiera dejado el PRD, él se hubiera convertido en el candidato de Morena en el 2016 y si las circunstancias se hubieran repetido, igual en el 2018…
Entonces, a veces, lo legal se entrevera con la política…
La Ley advierte a la Política que se le concede el amparo y protección de la Justicia Federal a Rogelio Franco Castán, “por lo que hace a la imposición de la medida cautelar de prisión preventiva justificada y el auto de vinculación por el delito de peculado equiparado, toda vez que carece de la debida fundamentación y motivación en términos del artículo 16 Constitucional”…
Sí, todavía le falta librar el delito de Extorsión, pero a como van las cosas, es cuestión de tiempo para que la Ley se aplique a un hombre que a todas luces es víctima de una persecución política, donde la consigna es tenerlo preso, ya fuera por violencia familiar, delitos de ultraje, peculado, extorsión o lo que se le ocurra a una Fiscala que está más para cumplir caprichos políticos que la Ley…