El Presidente lo calificó como robo de información; y es cierto. Lo que no especificó, es quien es el que se la robó a quién; porque la información debe de ser de quien paga por ella. Y hasta donde sé, y entiendo, ningún mexicano paga impuestos para que le desvirtúen la verdad…
Lo cierto es, que, sin necesidad de análisis, desde hace meses vengo diciendo que el Presidente está enfermo; y que, como todos los enfermos, piensa asì. Y si bien que el dar a conocer sus padecimientos no es nada nuevo, finalmente era un secreto a voces…
Si se toma en cuenta que hace unos días él declaró en una mañanera que estaba sano y fuerte, lo que fue confirmado por su secretario de Salubridad, el Dr. Jorge Alcocer, quien dice que puede muy bien terminar su mandato. Solo que, viniendo de él, se pone en duda. Pues su padecimiento es grave y en cualquier momento puede presentarse otra emergencia…
Pero el estar enfermo no lo exime de quedar ante el mundo entero, ya no como un demagogo, sino como un irredento e insufrible mitómano, al que ya no se le puede creer nada. “Lo que me preocupa, no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante ya no podré creer en ti”. Friedrich Nietzsche (1844- 1900)
Su deber ante la Patria y ante los que votaron por él, sería el no mentir; que fue base de su campaña de engaños para conseguir votos. Y solo hay que ver hasta dónde ha llegado con sus embustes…
También mintió cuando hace unos días dijo que pretendían separar a las Fuerzas Armadas; cuando el que las ha dividido ha sido precisamente él. Y sucedió desde el momento en que nombró como Secretarios de La Defensa y de La Marina Armada, a dos militares a quienes no les correspondía acceder a los honrosos cargos…
Pero su salud es lo menos importante, es un mero distractor para todo lo que viene. Si se incapacita, renuncia o se muere, nada pasará. Como tampoco pasó nada cuando asesinaron a J F Kennedy (1917 – 1963) a Francisco I. Madero (1873 – 1913) o a Abraham Lincoln (1809 – 1865)…
Nadie es tan importante como para que su ausencia sea trascendente. Pero pasar a la Historia como un hipócrita, al que poco a poco le van a seguir sacando sus trapitos al Sol hasta evidenciarlo en su real dimensión, sí que será un legado. Lo bueno es que muchos podrán decir: Yo soy de otros López…
No serán pocos los que opinen que no fue un hackeo, sino una filtración. También he venido apuntando que ya la tropa no lo soporta con sus ridiculeces de sentirse importante para elevar su autoestima; y tenerle que contestar los buenos días, como en la escuelita “Buenos días señor Presidente”. Francamente se pasa. Yo entré al Ejército porque quería ser soldado, no albañil. Es el decir de muchos…
Ya parece que quedaron muy lejos esos tiempos cuando la gente les aplaudía a sus soldados. Hoy los insultan, los apalean y, la gran humillación, les quitan sus armas y los hacen correr. Pero no pueden hacer nada porque el Comandante Supremo dice que hay que darles abrazos a los delincuentes…
Por cierto, que el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, debería ser el Congreso, que representa la voluntad del Pueblo -bueno, eso dicen-. Aunque la realidad, es que aquí en China y en EE.UU. los que verdaderamente mandan, son los militares…
Y el momento se presta para volver a insistir en que seguir dejando el Ejecutivo en unas solas manos, es seguir en lo mismo. La experiencia lo dice todo, se vuelven locos…
Su honestidad, su cero corrupción y el que no son iguales, se ha estrepitosamente derrumbado. Y lo que falta. No siendo partidario de la Democracia, siempre dije que el Presidente no sería el primero en llegar aclamado por las multitudes; que tenga que salir huyendo por la puerta de atrás; en el mejor de los casos.
Cambiando de tema…
Todavía no llega el invierno y ya en el Reino Unido dicen que no van a pagar las facturas de energía eléctrica hasta que el Gobierno ampare a las familias más necesitadas. Pero dicen que no les afecta el no recibir nada de Rusia. Ajá.
Ya de salida…
Como no tienen nada que hacer, el gobierno de la T de 4ª, apelará el fallo del juez que rechazó la demanda a las 7 armerías a las que México responsabilizó de las muertes que ocasionen en manos de los delincuentes.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.