sábado, noviembre 16, 2024

“La Leyenda del Rosario de Amozoc”…

El Presidente está agotado, exhausto.  No puede más.  Lo mantienen sus sueños de opio -tal vez potenciados por los medicamentos que toma- Y aunque se inunden, como Dos Bocas, trata desesperado de hacerlos realidad… 

En el entendido que soñar en grande, es decir, aspirar a lo máximo, no solo no es malo; es loable.  El Mahatma (1869 – 1948) fue también un soñador.  Luchó por la paz.  Lo malo es recurrir al lado oscuro, a las malas acciones.  Hasta traicionarse a sí mismo, con tal de lograrlos…

Olvidando que en esta vida hay Leyes que no pueden violarse.  Como la que dice que nadie puede dar lo que no tiene.  Por lo tanto, quien no se respeta a sí mismo, nunca podrá respetar a los demás…

Jurar guardar la Constitución y violarla, es algo muy grave; muy grave.  Y no parecen entenderlo quienes se encargan del aparato de justicia -así, con letras pequeñas-.  El Estado de Derecho es letra muerta…

Las palabras de mi General Gaytán, fueron una advertencia nada sutil y muy directa al señor Presidente.  Pero apoyado, no en el pueblo, sino en la humillante sumisión, disfrazada de agradecimiento del General Secretario, no quiso escucharlas; o no las entendió…

“Nos preocupa el México de hoy.  Nos sentimos agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados”.  Es lo menos que dijo aquél octubre de 2019.  Quien quiera leer el discurso completo, está en la Red.

Y si a todo esto del hackeo que tiene hecho pedazos la credibilidad del Presidente, le agregamos el hecho de que el General Secretario, Cresencio Sandoval no atendió la invitación de la Comisión de la Defensa de la Cámara Baja, porque la carta le pareció “irrespetuosa”…

Cuando lo que se dice, es que no quería meterse en problemas, pues no sabría qué contestar con respecto al hackeo y lo que hasta hoy se ha hecho público.  Cuando simplemente, porque no tenía obligación de acudir, le podía haber contestado que atendería su invitación más adelante…

De última hora se sabe que a los Secretarios de la Defensa y de la Armada, de nueva cuenta los senadores les cancelaron sus comparecencias y se llevarán a cabo hoy, solo que sin la comparecencia de los titulares de las Fuerzas Armadas.  Y de paso tampoco la del General Rodríguez Bucio jefe de la GN ¡Ajá!…

Pero el hecho dice más que solo politiquería; como el Presidente llamó a los conservadores que queremos -me incluyo- ver más allá de las palabras y los hechos.  Y el General Cresencio Sandoval debe de estar al tanto queno es bien visto por otros Generales…

Y menos por la tropa, que ha sido humillada como nunca antes en la Historia de México, que tienen que aguantar los insultos e improperios que les dicen en la cara y tener que verse desarmados y salir apaleados huyendo…

Seguirse burlando con canciones y poemas de cosas tan importantes como lo son los señalamientos que se le han hecho al Secretario AA de Gobernación, de tener nexos con el narco, es ciertamente un camino equivocado.  La gente ya no confía en nadie…

Ya no son cosas de la Prensa opositora y de los conservadores, como dijo.  La información es de los Servicios de Inteligencia de la SEDENA, dados a conocer por los Guacamayos.  Y Guacamayos mata otros datos…

El Presidente está tan enfermo que, si no fuera por el daño que ha hecho, daría lástima.  Dicen los mal pensados, que a estas alturas ya no le queda más que quitarse la vida y tener unas exequias como la recién fallecida Reina Isabel II…

Otros, igual de mal pensados, creen que, para quitarse la vida, a estas alturas del anunciado fracaso de su proyecto, se requiere de temple y dignidad; de lo que ciertamente carece.  Por eso suponen que mejor esperará a que su corazón falle y por eso comete excesos…

O que de plano los EE.UU. lleven a cabo otra de esas jugadas como las que hacen por todos lados cuando quieren derrocar a un gobernante que ya no les conviene; aunque eso equivaldría en salir por la puerta de atrás; en el mejor de los casos…    

Porque a lo que estamos viviendo se le llama anarquía; que, acompañada de la violencia, es lo que nos dijo Polibio (200 – 118) como terminan las democracias.  Por lo que nadie deberá suponer que esto pueda acabar de buena manera, que no sea como dicen que terminó la leyenda del rosario de Amozoc.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. 

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