CONSUMADA la aprobación de la permanencia en las calles de las fuerzas armadas, donde parte de la oposición fue subyugada al poder que se ejerce desde palacio nacional, se define, pues, que el escenario político nacional, está listo para que Morena, gane nuevamente las elecciones presidenciales y tal vez, como en Veracruz, algunas entidades del país que se sumarían a las que ya tiene a su favor en todo el territorio nacional.
Aunque antes de la sucesión presidencial, se tendría que ver los resultados de las elecciones en dos Estados importantes de la república, como son el de Coahuila, y el Estado de México, disminuyen las posibilidades de que ocurra un milagro. Si acaso, será Coahuila, una posición para el PRI, que ya no es completamente oposición política, apoyado, seguramente, por el mismo movimiento político de regeneración nacional, con una negociación favorable al partido en el poder, para ganar el Estado de México, donde ya se considera, que el tricolor entregará la plaza.
Esas son las cosas que están pasando en México, donde las generaciones políticas del PRI, incluyendo a los jóvenes que se están preparando en la actividad política, comienzan por desistir de su esfuerzo por mantenerse ajenos a la influencia o presión política del gobierno en turno, la cual bien sabe para que sirve el dinero y los archivos políticos que tiene en sus manos para hacer caer hasta el más fuerte de los opositores.
Y es que aquí, no se trata de lo que estén pensando en la cúpula política del PRI, y del mismo gobierno, sino en lo que el grueso de la militancia priista cree. Ahora será más difícil, así se ve, que los propios comités estatales tricolores, como es el caso de Veracruz, puedan tener amplio margen para mantener la unidad política, porque hasta los mismos líderes, seguramente, se darán por decepcionados, luego del trabajo que realizan y que al final estarán viendo que no les servirá de mucho.
Lo que sucede al PRI nacional, repercute, necesariamente, en el ámbito nacional y este es el momento en que muchos de los que ya se encontraban alineados como una verdadera oposición, se quedarán solamente a la expectativa de lo que pueda suceder en el futuro. Algunos diputados y senadores priistas, ya no serán confiables para el resto de la militancia tricolor, tanto a nivel nacional como en la propia entidad veracruzana.
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LA GRAN TAREA DE BEATRIZ.
BEATRIZ PAREDES RANGEL, quien ya levantó la mano, desde hace tiempo, para buscar la posibilidad de convertirse en candidata presidencial, tendrá que luchar, primero, por la unidad política de su partido, que sin duda, es una gran tarea muy complicada, viendo el escenario político que ha surgido, tan solo, con una decisión legislativa de alto rango, tanto en la diputación federal como en el senado de la república, como es el asunto relacionado con la aprobación de la permanencia de las fuerzas armadas, en su calidad de policías en todo el territorio nacional, lo que está causando seria preocupación.
¿Cuál será la estrategia política de la ex gobernadora del Estado de Tlaxcala, ahora que el escenario político del PRI, parece entrar en una etapa más complicada de un posible desmoronamiento interno que tardaría mucho tiempo en regenerarse y que no estaría listo, por más esfuerzos que se hagan, para el compromiso político electoral del dos mil veinticuatro?
Para quien quiera ser candidato del PRI, además de Beatriz Paredes Rangel, se presenta un enorme reto, es decir, de poder aglutinar las fuerzas políticas internas y salir a buscar el voto popular de todos aquellos ciudadanos que no se encuentran definidos en alguna organización política, cuando, desde casa no se lleva una definición clara y precisa de lo que se quiere.
En este momento nadie entiende, incluso los mismos que están generando este escenario político, de lo que realmente se está cocinando en las altas esferas del poder, menos los que componen el grueso político del partido tricolor.
Beatriz, debe estar preocupada, como seguramente lo están aquellos que han dejado ver sus intenciones de buscar la candidatura. Como nunca, en este momento, dentro del PRI nacional, no se sabe lo que quieren ni a quien quieren como candidato a la presidencia de la república, porque todo parece estar sujeto a una posible negociación con el partido en el poder. Así se ve.
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INTUICIÓN DE MORENO SALINAS.
LAS RECIENTES DECLARACIONES del ex diputado local Jorge Moreno Salinas, con amplia experiencia en el quehacer político, en el sentido de que mejor sería que el PRI, se uniera a Morena, parece ser una verdadera intuición política, derivada, como ya hemos comentado, de su paso por el quehacer político en la entidad, así como de la seriedad con la cual trata sus asuntos.
Moreno Salinas, analizó con tiempo las cosas y llegó a la conclusión que hizo pública, tal vez, sabiendo de antemano, que hay intenciones del mando nacional de poder negociar con Morena, en una posible coalición, no precisamente abierta, pero si en lo oscurito. Vaya que algo sabía el serio político, no tan solo de carácter, sino también de acciones.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.