sábado, noviembre 23, 2024

Pasarela priista: No es la caballada, es el establo

Serpientes y Escaleras

Ayer por la tarde, en el auditorio Plutarco Elías Calles, de la sede nacional priista, comenzó un ejercicio que, titulado oficialmente «Diálogos por México», pretende convertirse en una suerte de pasarela de «presidenciables del PRI», aquellos militantes tricolores que, legítimamente, pero también con cierta ingenuidad, aspiran a ser los candidatos de un partido que hoy no tiene ninguna posibilidad de ganar la Presidencia de la República solo y que, por ahora, se ha quedado también sin aliados que lo respalden, luego de que sus dirigentes nacionales traicionaran a la alianza Va por México con el PAN y el PRD.

Por eso en el evento de ayer, en Insurgentes Norte, había más de nostalgia del pasado que de posibilidades de futuro. Y no es que Beatriz Paredes Rangel, Enrique de la Madrid, Ildefonso Guajardo y José Angel Gurría, no tengan –todos y cada uno de ellos– las trayectorias, la experiencia y los méritos para aspirar a una nominación presidencial. Los cuatro han ocupado posiciones de la mayor relevancia, tanto a nivel de secretarías de Estado, como de diputados, senadores o incluso secretario general de un organismo internacional como la OCDE. El problema en estos momentos en el PRI no es la caballada, que pudiera parecer robusta y preparada, el problema es el establo, que está desprestigiado, dividido y fracturado, desvencijado y devaluado por la sangría de Morena.

Beatriz Paredes fue la encargada de abrir ayer una «pasarela» que no se parece nada a los históricos desfiles de presidenciales en el PRI. No había ni las bases de ayer, ni las cargadas multitudinarias, ni las bandas musicales ni las fiestas que caracterizaban al antiguo partido de masas y de Estado. Ahora, en su lugar, las vacas flacas alcanzaron apenas para un evento sobrio, con algunas presencias importantes como exdirigentes del partido, el controvertido líder nacional, Alejandro Moreno, y un auditorio a medio llenar para escuchar las propuestas y el mensaje de la exgobernadora de Tlaxcala y actual senadora de la República.

De entrada, la mujer de los huipiles reiteró su aspiración para abanderar a su partido en la elección de 2024, pero pidió «piso parejo» y que la selección del candidato o candidata del priismo se realice en una elección abierta y por voto democrático de sus militantes. «Propongo que la selección sea a través de un método democrático. Ya sea elecciones primarias o consulta a la base. Me pronuncio por una elección democrática y una selección democrática. Desde ya les aviso que yo estaré, si resulto seleccionada, convocando para hacer un gran equipo por el desarrollo de México», dijo la senadora tlaxcalteca.

En primera fila escuchaban a Beatriz exlíderes de su partido como Manlio Fabio Beltrones, José Antonio González Fernández y Pedro Joaquín Coldwell. El gran ausente, el coordinador de los senadores del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, quien mantiene una pugna abierta con el dirigente Alejandro Moreno. Y fue precisamente «Alito» quien aludió a las presencias y las ausencias en su discurso: «Los liderazgos priistas que atendieron el llamado a estos foros denominados Diálogos por México son quienes llevan al PRI en el corazón y en la camiseta y buscan la unidad del partido», dijo el dirigente insinuando que los ausentes no buscan la unidad.

En medio de los aplausos de sus correligionarios, Paredes Rangel se lanzó en contra de la 4T y advirtió que el gobierno de López Obrador prepara una elección de Estado para impulsar a su partido Morena en el 2024. «Sabemos que el partido en el poder estará cobijado por una elección de Estado. No permitiremos un Elección de Estado, no permitiremos la intervención de los llamados servidores del bienestar, no queremos que el Estado meta los manos para ganar una elección ficticia», dijo Beatriz frente a los dirigentes y simpatizantes de su partido.

Entre ayer y hoy desfilarán también por los foros priistas Enrique de la Madrid, exsecretario de Turismo, Ildefonso Guajardo, extitular de Economía y encargado de la negociación del TMEC con Estados Unidos y Canadá, y el exsecretrario de Hacienda y exdirector de la OCDE, José Angel Gurría. Cada uno de ellos delineará sus propuestas y planteamientos para un México de futuro y, sobre todo, para el México que sobrevivirá a la 4T. Seguro que con cada uno de ellos habrá planteamientos interesantes y visión de país, porque todos tienen experiencia pública y de gobierno.

Lo que seguro no habrá en estos foros convertidos en pasarela de presidenciables priistas es un partido fuerte que respalde las aspiraciones de sus hombres y mujeres. Porque justo hoy, después de su reciente acercamiento con López Obrador y de que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, asegurara que el PRI y sus dirigentes «Alito» Moreno y Rubén Moreira suscribieron un «pacto amplio» para darle gobernabilidad al presidente «de aquí hasta el fin de su sexenio» y aprobarle sus reformas constitucionales, el priismo no sólo se ve más dividido que nunca en su interior, sino que además sus antiguos aliados hoy desconfían de su dirigencia y no lo ven como un aliado confiable.

En una de esas los aspirantes del otrora poderoso partido terminan siendo mucha pieza para un PRI debilitado, dividido y solo. Porque ahora la visión de una nueva Coalición Opositora para el 2024, la que están impulsando desde la nueva plataforma de «Unidos por México», se ve más cercana a una alianza entre el PAN y Movimiento Ciudadano, con el PRD junto a ellos, que con un PRI que, mientras siga dirigido por «Alito» Moreno y «amarrado» a pactos inconfesables con Morena, no será de fiar para ninguna alianza con la oposición.

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