No recuerdo a ningún otro secretario de Gobierno con ansias locas de reflectores como las que ahora refleja Eric Cisneros Burgos, Bola 8.
Al menos Dante Delgado Rannauro no tuvo la oportunidad de marearse en el cargo como 2, porque las circunstancias lo llevaron a ser 1.
En el caso de Miguel Ángel Yunes Linares, destacaba por el ejercicio político y del poder que desempeñaba en el cargo, tanto, que de un modo u otro brillaba más que Patricio Chirinos Calero, no porque fuera gandalla su 2, sino porque el 1 así lo prefería.
Noemí Quirasco Hernández, a pesar de ser la primera mujer fungiendo como 2 en el sexenio de Miguel Alemán, pasó sin pena ni gloria en el cargo, quizás por el protagonismo de algunos de los secretarios y también por el peso político de otros…
Fidel Herrera Beltrán tuvo hasta cierto punto, un remanso en donde depositar los problemas políticos que tuviera el Estado en la figura de Reynaldo Escobar Pérez… un tipo habilidoso, conocedor de las Leyes, bonachón con los cuates y un excelente adversario para quien se lo echara como enemigo… pero jamás rebasó a Tío Fide… le daba su lugar…
Javier Duarte tuvo tres 2 en su gobierno: Gerardo Buganza Salmerón, Erick Lagos y Flavino Ríos… cada uno de ellos, a lo suyo, a la política de Gobierno como mejor lo entendieran…
Quizás uno de los más callados pero igual de efectivo fue Rogelio Franco Castán al lado de Miguel Ángel Yunes Linares… era de poco hablar y mucho actuar, sin que se notara su presencia mas sí su mano.
Con Cuitláhuac, al menos en la mitad de su mandato, se vivió un Gobierno paralelo en la figura de su 2.
Era evidente que si había alguien que “mandara” en la política del Estado era Eric Cisneros Burgos. El entrecomillado en el verbo, es porque ediles y diputados empezaron a quejarse de la arrogancia y prepotencia con que el 2 de Cuic se dirigía hacia ellos cuando ellos eran figuras emanadas del poder ciudadano, es decir, vía el voto, y el otro es un empleado del Gobernador que actuaba como si fuera el Gobernador…
Rumbo al cuarto año de Gobierno, a estas alturas, pareciera (dije “pareciera”) que Cuitláhuac García pretende cortarse el cordón de plata que se formó entre él y su 2 que parecía 1…
Sí, de unos meses para acá como que a Bola 8 le bajaron tres rayitas a sus aires de “Gobernador alterno” pero no por ello, deja de tener ínfulas de protagonista por encima de su Jefe…
Ya no sólo eran sus poses de “matón político” o mala copia del secretario de Gobierno que fue Yunes Linares… de repente, hubo quienes lo empezaron a considerar muy por encima del Gobernador, como ocurrió en Misantla, donde el alcalde Chicharito Hernández Candanedo le mató varios pollos que fueron adornados con una cereza muralista: la cara de Bola 8 estampada en una pared… ¡ah, claro! bajo el pretexto de ser la bandera de los afrodescendientes…
La historia ya es conocida… tras ser vandalizada su cara, se puso la caricatura de una negra en lugar de su rostro… y se dice “caricatura” porque el artista ya no puso el mismo empeño y talento que en la primera ocasión.
Hoy, en un acto más de desesperación por reflectores, consumido por su ego, lanza a las redes una “epopeya tropical” al ritmo de “Guayacán Orquesta” con su “Oiga, Mire, Vea”, que con una letra ad hoc, falta poco para pintarlo como el Hijo Pródigo de Veracruz… el Salvador de Otatitlán… el Mesías al estilo de Tenoch Huerta: el Poder Prieto…
Sí, entiendo que hay nuevas formas de hacer política… pero todavía nos sorprende cómo con la mano en donde alguna vez estuvo la cintura, Bola 8 puede mandar a chiflar a la loma al Gobernador desde el inicio de su gobierno hasta nuestros días, cuando estábamos acostumbrados a que esto se estilaba en el quinto año… así de canija, el hambre de poder o las nuevas formas de hacer política…