miércoles, abril 24, 2024

Don Rogelio salió mal cabildero y peor perdedor

Serpientes y Escaleras

Tras el penoso papel que jugó México en la reciente elección interna de la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la que el candidato mexicano Gerardo Esquivel obtuvo solo 3 votos, el 8% de la votación, contra el 80% del ganador, el brasileño Ilan Goldfanj, las críticas más fuertes se enfocaron hacia el fracaso de la diplomacia mexicana que debió cabildear los apoyos a la propuesta del gobierno y se culpó de ese fracaso al canciller Marcelo Ebrard. Pero resulta que la Secretaría de Relaciones Exteriores nada tuvo que ver con la elección del BID y que todo ese proceso fue manejado y operado personalmente por el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.

Por instrucciones del presidente López Obrador, fue Hacienda la que debía cabildear, apoyar y promover entre los 48 países miembros del BID votos y apoyos a favor de la candidatura mexicana, que en un principio estuvo representada por la doctora Alicia Bárcena, quien unos días antes de la elección se bajó de la postulación y le dijo al Presidente que ya no le interesaba competir, y luego por el candidato emergente, Gerardo Esquivel, a quien sacaron del Banco de México para mandarlo prácticamente a perder en esta contienda.

¿Qué fue lo que hizo o lo que no hizo el secretario Ramírez de la O para que a México le haya ido tan mal que ni siquiera Argentina quisiera respaldar la propuesta mexicana y prefirió retirar a su candidata, Cecilia Todesca Boco, para apoyar al candidato de Brasil que resultó finalmente ganador? Claramente los oficios diplomáticos y negociadores del titular de Hacienda y de sus operadores no fueron los mejores, porque expusieron al Gobierno y al propio presidente López Obrador a un ridículo monumental, en el que su pretendido liderazgo político en América Latina volvió a quedar en entredicho.

Y peor todavía, después de no haber hecho bien el trabajo que le encargó el Presidente, el secretario de Hacienda todavía se dio el lujo de lanzar un comunicado totalmente inusual y político en el que no solo descalifica el resultado de la elección del BID y el triunfo del nuevo presidente Goldfanj en una elección democrática, sino que además arremete contra Estados Unidos, el principal socio comercial de México y con quien tenemos en este momento disputas comerciales en el marco del T-MEC. «Lamentamos que en las elecciones del BID continué la política de más de lo mismo. Se eligió la propuesta del Brasil apoyada por Estados Unidos. Agradecemos el apoyo que recibió nuestro candidato Gerardo Esquivel por dos países de Latinoamérica».

Es claro que, con ese comunicado, tan inusual y criticado viniendo de una dependencia como la Secretaría de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O no sólo trató de lavar su pésima actuación como cabildero y promotor de la candidatura mexicana ante el BID, sino que además quiso congraciarse con el presidente López Obrador, de quien tomó textuales las frases de “más de lo mismo” que, al día siguiente de la elección, el pasado lunes, el mandatario repitió textuales en su conferencia mañanera.

Casi podría decirse que el soberbio secretario de Hacienda aplicó la vieja anécdota priista del político que prometió a su compadre que lo haría candidato a un cargo de elección y cuando no pudo cumplir su promesa y el compadre se le apareció enfrente durante un evento para reclamarle, el político lo interrumpió y le dijo: «Nos chingaron compadre».

Así debió decirle Ramírez de la O a López Obrador para darle la noticia de que su gobierno y su presunto liderazgo latinoamericano habían quedado completamente en ridículo ante los pésimos oficios diplomáticos y de cabildeo de su dependencia. Y a juzgar por lo que dijo al día siguiente en su mañanera, el Presidente le creyó a pie de juntillas a su secretario de Hacienda. Total, si el jefe no entiende ni jota de asuntos internacionales y organismos multilaterales, se le puede engañar fácilmente.

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