miércoles, abril 24, 2024

Pero hay que hacer algo…

Que a la corcholata número uno nomás no hay modo de destaparla, porque nomás no pega.  Y es una lástima. Claudia era ella.  Entendiendo que ser diferente a los demás, al resto; no es fácil.  Quien afronta la envidia -pues los demás quisieran hacer lo que él hace, solo que no se atreven- es el que triunfa…

Como iba siendo la vida de ella.  Tenía porte y tamaños.  Hasta que dejó de ser ella y se convirtió en una réplica del señor Presidente; y nunca segundas partes fueron buenas.  Hasta físicamente dejó de ser como era; ha envejecido en poco tiempo…

Qué va a pasar si el Presidente se empeña en que sea ella quien lo suceda y se convierte en candidata.  Si llegara a ganar, lo que luce casi imposible.  Valiente bronca; porque finalmente -y duele decirlo, pero así es, no se engañen mis tres amables lectores- a nuestro México no lo endereza nadie…

Quien pudo haber enderezado el barco y metido orden -que es lo que se necesita- está como para que los enderecen a ellos; haciendo referencia a los militares.  Desde ahí debiera salir el orden…

Pero con un General Secretario sin experiencia y comprometido por su nombramiento. Quien por cierto ya se mandó hacer su elegante uniforme a la antigua.  Gran cambio.  Contrastando con el Secretario de Marina, quien es bastante más sencillo en su sobrio uniforme; pero que está igual de comprometido con el Presidente por su nombramiento.  Nada se puede esperar.  Ambos oyeron el canto de las $irenas y encallaron en un mar de corrupción…

Pero regresemos con la Sheinbaum.  Y lo que pasaríasi siendo candidata pierde la Presidencia.  Y también, porque hay que pensar en todas las alternativas, si la gana “haiga sido, haiga sido”, diría la pesadilla del tabasqueño, el expresidente Felipe Calderón, …

Por todo lo anterior, creo que lo mejor que le puede pasar a Claudia es que finalmente la cambien.  Le dolerá un rato y lo considerará machista, pero el Tiempo le dirá de la que se salvó. Porque a México, no lo endereza nadie…

Y no lo endereza nadie, porque se requiere de un cambio; y la gente no quiere cambiar.  Y así; ¿pues cómo?

No obstante, a las poco buenas perspectivas; lo cierto, lo de hoy, es que hay que hacer algo.  Y algo que se note en serio, para que no haya dudas; pero hay que echarle a perder su marcha de acarreados al paracaidista de Palacio…

Lo que sea, se aceptan propuestas.  Desde esperar a que todos vayan desfilando y rociarlos desde un helicóptero -no desde un helicóptero no, luego no les echan suficiente gasolina- con globos llenos de pica-pica para que todos salgan corriendo a bañarse…

Hasta bloquear las carreteras de acceso a la CDMX.  Voluntarios debe de haber y todo se vale.  Los que saben de esas cosas, suban a la Red la invitación y las propuestas.  Porque hay que hacer algo.  Todo el mundo tiene que saber del repudio a la demagogia.  Basta de cuentos mañaneros…

Si a mí me preguntan qué voy a hacer ese día para manifestar mi desacuerdo con este gobierno de farsantes.  Pues NADA.  Y si todos hiciéramos eso, NADA, resonaría en el mundo entero…

No voy a comentar ni a opinar una sola palabra de la marcha de López Obrador; como si no hubiera pasado.  Lo ideal sería que no fuera ningún reportero y ningún diario hablara del tema.  Y los que estuvieran presentes transmitiendo en vivo, se darían a conocer en su posición social…

Me vale un comino si el Presidente reúne a 7 zócalos uno encima de otro y con tarimas, o si sólo reúne a unos cuantos acarreados…

Si ni siquiera se tocará el tema, ni para comentarlo días después.  Y como el que no sabe, no dice nada; ni escuchar las noticias, cambiarle exprofeso a la radio o la TV, o apagar el transmisor…

Que dijo, que no dijo, que llenó el zócalo, que no lo llenó, que le dio un infarto por andar de activista; que les llovió, que los médicos no lo dejaron y ya le dio el “Perro del Infierno” y por eso no pudo ir; lo que sea.  Ignorarlo…

Si somos muchos los que tomamos el sabio ejemplo de no hacer nada, pues se va a notar.  Y si se dice que el no hacer nada es un sabio ejemplo, es porque la Ley universal del Equilibrio, dice que, para nivelar la balanza, todo se regresa en la misma medida…

Ejemplo. Si quieres saber cuál es el volumen de una piedra informe o 100 canicas, se sumergen en un recipiente lleno de agua; y el líquido que se desplace es el volumen exacto. Principio de Arquímedes (287 – 212)…

Y si no hacemos NADA que muestre más fuerza que la del Presidente; o cuando menos que la equilibre -a riesgo de una confrontación; detenidos y cosas por el estilo que son de sobra conocidas- algo tiene que pasar…

Si su marcha del 27 es para aliviar su herido ego; la mejor forma de darle todavía más duro, es no haciendo nada.  “Ódiame por piedad, pero no me ignores” por ahí dice una canción; y todavía se recuerda cuando a Peña Nieto no le aplaudieron y se quejó…

Cuántos van a hacer el no hacer NADA, ciudadanos, medios y periodistas, eso no lo sé; y tampoco muy me interesa.  Yo voy a hacer lo mío.  Que finalmente es todo lo que puedo hacer. Tal vez no quede bien con nadie, pero estaré satisfecho conmigo mismo, pues habré hecho algo.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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