Agencias/Sociedad 3.0
Heung-min Son, el delantero estrella surcoreano, ingresó al estadio Education City, de Doha, con una máscara facial que le cubre los principales huesos de la cara y los ojos.
El joven de 30 años, llevó esta protección para evitar problemas en el contacto con los rivales, pues una lesión en la cavidad ocular durante un partido contra Marsella puso en duda su participación en la Copa del Mundo.
Por ello, era jugar su debut contra Ecuador con este “antifaz” protector puesto o quedarse fuera.
El pasado 1 de noviembre, Son chocó muy fuerte con Chancel Mbemba, defensor congolés de Marsella cuando apenas habían pasado 29 minutos del encuentro en el Stade Velodrome de Francia, y el surcoreano pidió el cambio.
Los servicios médicos de Tottenham, su club en la Premier League, confirmaron la fractura en el saco ocular, que requería cirugía y no confirmaban el tiempo de recuperación.
Son, de 30 años, fue operado el 4 de noviembre y cinco días después aseguró que estaría listo para jugar el Mundial, aunque algunos dudaban de cómo llegaría porque tenía apenas tres semanas para recuperarse.
El delantero surcoreano no es el único que usa una máscara en Qatar 2022. El miércoles se vio al defensa belga Thomas Meunier con una en el debut de su selección frente a Canadá.
Meunier, de 31 años, también se fracturó, aunque en su caso fue un pómulo. Ocurrió el 19 de octubre en un partido entre el Borussia Dortmund, su equipo, y el Hannover 96, ambos de la liga alemana.