Ya lo adelantaba el periodista Raymundo Jiménez, Tania Celina Vázquez, quien acaba de asumir la presidencia del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV), y quien por obvias razones está obligada a mantener imparcialidad, estuvo presente en la comida de la asociación política Unidos Todos, asociación que pertenece al primo incómodo del gobernador, Eleazar Guerrero. Señala el periodista: “Aparte de las críticas, de seguro le va a acarrear también serios problemas legales a la nueva titular del TEV, ya que Unidos Todos no es una asociación apolítica sino que está claramente identificada con el partido de la Cuarta Transformación, promocionando en la entidad a las aspirantes de Morena a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, y a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle”. Imprudente el que la invitó, seguramente Eleazar Guerrero, imprudente y tonta ella que asistió a un evento netamente político. Una vez enterados en el Partido Acción Nacional, lo que sigue es pedir la destitución de esta imparcial presidenta del Tribunal Electoral de Veracruz, quien bailó las calmadas con “un grupo de amigos convencidos de que la Cuarta Transformación de México es el camino correcto”, como se define la asociación Unidos Todos de Eleazar Guerrero. El hecho nos da muestra de varias cosas. O son muy brutos los de la asociación del primo incómodo, que no previeron las consecuencias de la presencia de Tania Celina en su comida, o de plano les vale madres cometer este tipo de infracciones pues saben que pueden torcer la ley al modo que se les ocurra.
López Obrador no encuentra la manera de deshacerse de Monreal. Si lo corren, con él se van unos 20 senadores
Ricardo Monreal, quién lo duda, se ha convertido en una piedra en el zapato de López Obrador. Por más que el presidente quiera anularlo, Monreal aparece más fortalecido, tanto que hasta la alianza opositora lo ve como uno de sus posibles candidatos a la presidencia. Como presidente de la Junta de Coordinación Política, Monreal tiene mucho poder, todas las decisiones pasan por sus manos; de hecho, logró colocar a uno de sus alfiles, Alejandro Armenta, en la presidencia del Senado. Pero no sólo eso, Ricardo Monreal, ha mostrado resistencia a los caprichos del presidente, y todo lo que López Obrador desea que pase “fast track” en el Senado, Monreal lo detiene y hasta lo devuelve a la Cámara de Diputados. Raymundo Riva Palacio señala en su artículo de este lunes que Ricardo Monreal es un dolor de cabeza para el presidente: “El Presidente está harto de Monreal y la forma despectiva e insultante como se expresa de él en Palacio Nacional se ha incrementado desde que no recibió respuesta alguna a su ofrecimiento de la candidatura capitalina. No hay explicación del rechazo tácito de la candidatura, pero no es difícil entender que simplemente no le cree. En 2018 se burlaron de él al asegurar que habría un proceso justo en la elección de la candidatura de Morena para la Ciudad de México, en cuyas encuestas resultó debajo de todos quienes aspiraban, dejando libre el sitio para Claudia Sheinbaum. A cambio de ello le ofreció López Obrador la Secretaría de Gobernación, que también incumplió, y terminó en el Senado, donde su operación política fue muy eficiente en momentos críticos para el Presidente, que no se agradecieron equitativamente en Palacio Nacional”. Lo que en este momento se maquina en Morena es la manera de quitar de en medio a Ricardo Monreal, pero se están tardando, porque no encuentran la manera. Si sale Monreal, con él saldrán al menos 20 senadores, lo que dejaría a Morena en el Senado todavía más débil.
Pinocho de Guillermo del Toro, qué manera de desmitificar un icono de Disney. magnifica, “magia pura”, dice Stephen King
No tenemos nada contra el Pinocho de Disney. Los que de niños vimos la película de Disney, Pinocho nos pareció un personaje encantador, tierno y perdurable. El Pinocho de Disney nace en 1940, hace 82 años. Basado en una novela de Carlo Collodi que se estuvo publicando en el periódico desde 1881 hasta 1883, a nadie se le ocurrió en la necesidad de cambiar a ese Pinocho encantador, de sombrero amarillo, moño azul y pantalones rojos. Ni siquiera a la propia empresa Disney, que 82 años después le dio vida nuevamente con la participación de Tom Hanks en el papel de Geppetto y bajo la dirección de Robert Zemeckis. Tal vez quien lo pudo haber hecho en algún momento fue Tim Burton, pero no, él estaba ocupado en otras empresas. Tuvo que llegar Guillermo del Toro para recrear un clásico y con ello desmitificar a un icono de la vida infantil de varias generaciones. El Pinocho de Guillermo del Toro, como bien dice el maestro del terror, Stephen King, es “magia pura”. Desde la creación del personaje, menos humano y más títere, nunca carne, siempre madera. Porque el Pinocho de Guillermo del Toro no necesita carne para sentirlo humano. Este Pinocho es un niño de madera inquieto, curioso, berrinchudo, torpe, tierno y amoroso como son los niños de verdad. Cuando miras al Pinocho de madera no te cabe duda que en su sonrisa hay mucho de humano, lo mismo que en su mirada y en su heroísmo. Se podrían decir muchas cosas de este Pinocho, pero lo mejor que podemos hacer es recomendarla, pedirles que la vean y que desde el principio sientan como el trabajo de 15 años del cineasta mexicano ha sido culminado con creces. No pensemos en si ganará o no el Oscar a la mejor película de animación; seguramente sí. Lo que importa es que este Pinocho perdurará para siempre. ¡Gracias Guillermo!
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra