Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
En el arranque de las precampañas por la gubernatura del Estado de México las encuestas reportan un hecho inédito para la política mexiquense: nunca en la historia de las elecciones de ese estado el PRI había iniciado la contienda en desventaja y en un segundo lugar; por primera vez en este 2023 un partido distinto al tricolor, Morena, arranca como favorito para ganar el estado y su candidata, Delfina Gómez, lidera las encuestas con 45% de la intención del voto, contra un 37% de la priista Alejandra Del Moral, que contiende por la alianza Va por México.
Aunque los ocho puntos de ventaja que tiene en este momento la candidata morenista no parecen muchos y en el PRI se animan con que en la encuesta de ayer su candidata está «cada vez más cerca», porque redujo la desventaja que llegó a ser hasta de 12 puntos, la realidad es que el priismo mexiquense no está acostumbrado a salir de atrás en una contienda y a que sus candidatos no encabecen las preferencias desde el inicio de las precampañas. Quizá por eso la abanderada aliancista, Del Moral, ha puesto como su slogan de campaña la palabra «Valientes», con la que parece dar ánimos a sus militantes (y quizás a ella misma) ante la desventaja inicial y el tamaño del aparato federal que ya se mueve para apoyar a la maestra Delfina.
La encuesta de El Financiero publicada ayer, con sondeos correspondientes a este mes de enero en el que han iniciado las precampañas, mide por primera vez cara a cara a las dos fuerzas que se disputan el gobierno mexiquense y a sus respectivas candidatas. Delfina Gómez mantiene su condición de favorita que no ha variado desde junio del año pasado, cuando la misma encuesta ya le daba 45% de intención del voto, que llegó a subir a 46% en septiembre, para después mantenerse en el 45% actual. En cuanto a Alejandra Del Moral arrancó en las mediciones de este diario el año pasado con 34%, luego bajó a 32% entre julio y octubre y ahora aparece con un ligero ascenso de 37%, que la pone a 8 puntos de distancia del primer lugar. En un lejano tercer lugar aparece Juan Zepeda, candidato de MC con un 15% de intención de voto.
En cuanto a la contienda por el Congreso del Estado de México, el sondeo registra 41% de preferencias para Morena, 16% para el PAN, 16% del PRI y 6% del PRD. Y ya medidos en bloques y como alianzas, Morena y sus aliados lograrían 47% de intención del voto para diputados, mientras PRI-PAN-PRD un 40%. Es decir que, aunque es la primera encuesta que ya mide las precampañas con candidatas y candidatos, es claro que la ventaja con la que arrancan Morena y la 4T, de mantenerse de aquí a junio, le daría no solo para ganar la gubernatura, sino también la mayoría del Congreso mexiquense, lo que sería una derrota histórica y de graves consecuencias para la sobrevivencia del PRI, que perdería el último gran bastión que le queda.
Claro que esto apenas empieza y la contienda formal arrancará hasta el mes de abril; pero no deja de ser un dato remarcable, que confirma el avance de Morena y el retroceso de la oposición y marcadamente del PRI, el que éste último partido esté iniciando la contienda en un segundo lugar y con una desventaja de 8 puntos. A estas alturas ha quedado claro que, para la 4T, y particularmente para el presidente López Obrador, ganar el Estado de México es una prioridad en la estrategia de continuidad de su proyecto en el 2024. Es notorio el contraste con el trato que desde Palacio Nacional le dieron a Coahuila, donde el proceso interno terminó en ruptura, mientras que para los comicios mexiquenses el presidente se metió de lleno en la postulación de Delfina y mandó como su operador personal de la campaña a su exdirector de Aduanas, Horacio Duarte.
Apenas arranca la contienda y ya se siente el aparato y los millones de pesos en recursos que cobijarán a Delfina y de cuyo manejo financiero el Presidente responsabilizó a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. En Palacio Nacional saben bien que para derrotar al PRI en su bastión histórico se requieren, además de estrategia, programas sociales y estructura, mucho dinero y por eso hay empresarios, de los que tienen contratos con la 4T, a los que ya les han pedido «aportaciones» de varios millones de pesos «para la campaña mexiquense».
Tal vez ocho puntos parezcan poco, pero para que la alianza Va por México y su candidata Alejandra del Moral logren alcanzar y dar la vuelta a la ventaja inicial de Morena y de Delfina, van a necesitar algo más que ser «Valientes» y por primera vez en tierras mexiquenses el PRI experimentará lo que es ir contra corriente y enfrentar a un aparato de Estado como el que siempre los ayudó a ellos a ganar las elecciones hasta ahora. Y sí, también los priistas mexiquenses le meterán recursos y apoyos a la campaña de su candidata e incluso desde el gobierno de Alfredo del Mazo tratarán de apuntalarla con sus programas sociales, pero nunca como ahora los priistas se ven tan vulnerables en el que, todavía, es su mayor bastión político.