“Fortunata y Jacinta: segunda parte”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
La vida de cada hombre se va componiendo de un sinfín de errores, actitud comprensible debido a que es parte de nuestra condición humana. Lo anterior presupone que las experiencias de nuestros actos nos van enseñando, educando, y lo normal sería que los errores cometidos en un futuro fueran omitidos, no repetidos…sin embargo, la realidad nos enseña que no siempre es así, luego entonces, ¿Por qué será que a sabiendas de que tal acto nos provocará problemas, realizamos el acto? ¿Qué motivos psicológicos, emocionales, nos hacen incurrir en las mismas conductas erróneas del pasado? ¿Será parte de nuestra condición o es por la falta de una sólida educación que venga acompañada de valores que formen un carácter firme, con un alto sentido de equilibrio y autocontrol? Verdad es que existen hombres con una firmeza ejemplar, con una personalidad inquebrantable, pero estos son casos excepcionales, ejemplares, y muy minoritarios. Lo normal se encuentra en el hombre común lleno de errores, equivocaciones, y aunque hay actitudes casi injustificables, incomprensibles, aquí es donde debemos detenernos, comprendernos, tolerarnos, porque aquí nos encontramos la mayoría de personas e invariablemente todos vamos a errar y posiblemente necesitar indulgencia, benevolencia…quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Terminamos la primera parte de la novela: “Fortunata y Jacinta”, con la reaparición de Fortunata en Madrid. Juan Santa Cruz antes de volver a saber de ella, creía que su antigua pasión era una cosa del pasado. Cuando sus amigos la vieron y le dijeron a Juan que, si antes era bella, ahora se veía impresionantemente hermosa, esto provocó que Juan empezara a buscarla como loco. Al inicio pensaba que era por curiosidad, aquí se encuentra una profunda sensación del ser humano que explica parte de nuestras actitudes. ¿Qué tanto puede ser controlable la curiosidad? Que tanto no lo sé, de que se puede se puede, empero, que cada quien analice su fortaleza interior. En el caso de Juan, la curiosidad fue el pretexto ideal para buscar a Fortunata, porque en su alma existía una enorme pasión y deseos por volver a tener entre sus brazos a esa bella e imponente mujer.
Cuando Fortunata regresó a Madrid, la sociedad la veía como a una mujer de bajo mundo. En esta parte de la historia queda claro que es verdad que tuvo un hijo de Juan Santa Cruz, mas el niño murió. Así que la confesión que Juan le hizo a su esposa Jacinta sobre su pasado con Fortunata todo resulta verdad. Fortunata una vez embarazada de Juan fue abandonada por este, auxiliada económicamente, pero él no podía casarse con ella. Juan pertenece a una de las familias más poderosas de Madrid, Fortunata es una joven huérfana, sin educación, por lo tanto, un matrimonio en estas condiciones es imposible. Esto ocasionó que Fortunata anduviera rodando de aquí para allá, deambulando de pueblo en pueblo, de brazos en brazos, sobreviviendo, sintiéndose burlada, despechada, humillada, aunque, a pesar del final no feliz, ella seguía enamorada de Juan Santa Cruz, en el fondo comprendía los motivos sociales por los que Juan no podía casarse con ella. Bajo este escenario; Juan vive casado con Jacinta, y Fortunata vagabundeando por las calles.
En esta segunda parte ingresa otro personaje que se integra a este círculo amoroso llamado Maximiliano Rubín. Este joven estudia medicina, su padre acaba de morir y Maxi como lo llamaban de cariño se fue a vivir con su tía Lupe. Maxi es un joven enclenque, feo, de carácter noble, callado, muy bien administrado y agradecido con su tía, ya que desde la muerte de su papá ella lo ha tratado como a un hijo. Maxi conocerá a Fortunata y quedará enamoradísimo de ella. Fortunata al inicio siente que es puro relajo que el joven la enamore, ella no se cree digna de poder ser amada por una persona decente, y aunque observaba que Maxi es muy feo y sin gracia, en el fondo la bella joven sentía cierto halago por la insistencia y firmeza del enamorado.
Convivirán mucho los jóvenes. Maxi irá gastando sus ahorros, vendiendo sus joyas para poder mantener a Fortunata. Queda muy claro que nada íntimo sucede entre ellos, él está enamorado y aspira a que con el buen trato ella se vaya enamorando de él. Llegó el momento que Maxi le ofreció matrimonio a Fortunata, ella se quedó callada, con una sensación de asombro. La tía se enteró de los propósitos del muchacho y se hizo todo un escándalo social. Luego luego fueron citados los dos hermanos mayores que tenía Maxi, Juan Pablo y Nicolas. Juan Pablo dijo que él no se metía, que su hermano ya era mayor de edad y que decidiera qué quería hacer de su vida. Nicolas, quien es sacerdote, dijo que él arreglaría esta locura de su hermano y decidió ir a platicar con Fortunata.
El encuentro entre el cura y la joven se dio, ella le confesó que le tenía mucho agradecimiento a Maxi, pero que no lo amaba, que ni siquiera le gustaba, el cura le dijo que se alejara de él, cosa que ella aceptó, entonces, el cura le preguntó qué sería de ella, la respuesta era lógica, regresar a la calle. Esta respuesta causó cierto remordimiento en el sacerdote, por una parte, libraba a su hermano de un matrimonio sin futuro, empero, por otra lanzaba a la pobre mujer a la calle. La decisión que se tomó y que fue acepta por Fortunata, no tenía mejor opción, consiste en que la bella joven se irá a internar a un convento de monjas donde aprenderá a leer y escribir, limpiará sus pecados y pasado más o menos un año, cuando ya estuviera reformada, se casaría con Maximiliano, el propio Maxi vio bien la idea y Fortunata ingresó al convento de las Micaelas.
Los meses pasaron y Fortunata permanentemente mostró una actitud digna, muy trabajadora, aprendió sobre la fe cristiana, y las monjas estaban felices con la actitud de la muchacha. Todos lo jueves Maxi la iba a ver, una vez que pasó el tiempo acordado, la hermosa mujer tenía que decidir si quedarse en el convento o salir a matrimoniarse con un joven que no amaba. Lo aquí narrado es una manera muy general de contar lo medular de la historia, no obstante, Pérez Galdós en cada apartado, según el personaje, realiza largas reflexiones sobre el amor, la voluntad, la capacidad de elección, las circunstancias que nos orillan u obligan a ciertas actitudes, pensamientos…realmente es una obra magistral con un contenido psicológico de cada personaje muy interesante. Al final, Fortunata no tuvo mejor opción más que casarse, por supuesto que intentó no hacerlo, dudó, sabía que no era el camino correcto, pero en una sociedad tan cruel, radical e insensible, casarse representaba para ella dejar de ser una mujer de mala vida, e incluso, el consejo que le daban es que ya casada podría de vez en cuando darse unas escapadas, permitirse unos amoríos con alguien que sí le gustara, pero para ser decente debía estar casada.
La boda se llevó a cabo, Fortunata observaba a su esposo y le costaba aceptar que tenía que compartir el lecho con él. Ya en la etapa final de esta segunda parte de la historia reaparece Juan Santa Cruz, éste no ha parado de buscar a Fortunata, una vez que salió del convento sabía por interpósita persona toda la vida de le bella dama. Juan se encuentra tan obsesionado que decidió rentar una pequeña habitación al lado de la casa de los nuevos esposos, Fortunata se entera y se pone nerviosa, feliz, y, ¡qué creen! pues pasó lo que tenía que pasar, Fortunata regresó a los brazos de su antiguo amante, y los dos disfrutan tardes de pasión intensa, ella lo ama, y el goza mucho la belleza de su dama…
¿Por qué será que a sabiendas de que tal acto nos provocará problemas, realizamos el acto? ¿Qué motivos psicológicos, emocionales, nos hacen incurrir en las mismas conductas erróneas del pasado? No lo sé. Lo que si sé es que el pobre Maxi fue en busca de Juan Santa Cruz y estos terminaron a golpes, bueno, Maximiliano terminó golpeado, humillado y derrotado, porque Fortunata ya tiene lista la maleta con su ropa y ha decidido dejar la casa del esposo al que no ama, al que agradece su nobleza, generosidad, pero esto no alcanza para vivir juntos, falta la pasión, el amor, el deseo, que, si bien no lo es todo, también es muy importante…
Esta segunda parte de la historia de “Fortunata y Jacinta” se terminó de escribir en la ciudad de Madrid, en mayo de 1886. Esta segunda parte del artículo novelado se terminó de escribir en Xalapa, Veracruz, México el 7 de febrero de 2023…La historia continua.
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