Estamos en el tema del ChatGPT, que es un programa de inteligencia artificial que nos permite preguntar sobre lo que se nos ocurra y hasta solicitarle varios servicios, como traducir textos de otro idioma y escribir composiciones sobre cualquier tema.
Instalado en el ChatGPT, le formulé varias preguntas a mi electrónico interlocutor, a la Inteligencia Artificial (le llamaré en adelante IA). Empecé por preguntarle cuál era la etimología de la palabra “murciélago”, y me contestó:
“La palabra ‘murciélago’ proviene del latín «murcīlegus´´, que a su vez deriva del latín ‘mus’ (ratón) y ‘cīlō’ (calvo).
¿Eh? Mi IA había fallado, y se lo hice saber:
Le dije que, según el diccionario de la RAE, es: «Metátesis de murciégalo, variante del español antiguo mur ciego ‘ratón ciego’. La denominación se explica por su semejanza con el ratón y por ser ciego.”
¿Y qué creen? Que pude darme cuenta de que la IA no era chaira, ¡porque reconoció que había cometido un error!: “Mis disculpas, cometí una falla en mi respuesta anterior. Gracias por su paciencia y por corregir mi error.”
Y lo más importante es que corrigió su yerro, pero además lo guardó en su memoria. Eso quiere decir que la IA está aprendiendo constantemente y cada día es más exacta y más conocedora, es decir, más sabia. Tiene en sus algoritmos y su estructura interna la capacidad de desarrollar su conocimiento y de hacer mejores deducciones.
Imaginen lo exacto y lo sabio que será en unos años.
Para seguir, se me ocurrió hacerle la cuestión más difícil de todas: ¿Existe Dios? Y la IA salió al paso con elegancia:
“La existencia de Dios es una pregunta que ha sido objeto de debate y reflexión desde la antigüedad. Muchas religiones, filosofías y tradiciones culturales han propuesto diferentes respuestas a esta pregunta a lo largo de la historia.
“Desde un punto de vista científico, no existe una respuesta definitiva a la pregunta de si Dios existe o no. La ciencia no puede probar o refutar la existencia de Dios, ya que ésta es una cuestión más bien filosófica o religiosa.
“En resumen, la existencia de Dios es una pregunta que no tiene una respuesta definitiva y depende en gran medida de las creencias personales y las tradiciones culturales de cada individuo.”
Obviamente, tener alguien que te contesta casi bien todas las preguntas, y si no lo hace reconoce su error, es una fortuna inmensa en estos tiempos… pero mañana seguiré con el tema