Como es su costumbre -empecinado en ser un clon imperfecto de su Patriarca- el gobernador Cuitláhuac García faltó a su palabra.
Esta vez, cuando declaró que se mantendría neutral en el asunto de los aspirantes a ser candidatos de Morena para la gubernatura de Veracruz en 2024. Pero no dejó pasar ni una semana cuando asistió a la casa que tiene la ingeniera Rocío Nahle en Coatzacoalcos (una mansión, según la define ese gran reportero que es Arturo Reyes Isidoro) a desayunar con ella, lo que para tirios y troyanos y para cualquiera que tenga un dedo de frente, significó un espaldarazo a las intenciones de la Secretaria de Energía de ser la abanderada del Movimiento que es partido; un espaldarazo que hizo patente la inclinación de Cuitláhuac en favor de su amiga, a la que desde hace tres años cuando menos ha venido impulsando, en contra de los otros aspirantes, como el diputado Sergio Gutiérrez Luna y el súper delegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara, que en cambio reciben insultos y blasfemias que salen de todos los frentes cuitlahuistas.
Pero lo que se quiere advertir en este espacio es que a partir de esa ingrata visita, se dio un fenómeno que revela el alto grado de confrontación en el que está el país, y con él la ira incontenida que padecen los ciudadanos de uno (los cuatroteístas) y de otro (los ciudadanos) lado.
En la promoción del desayuno hecha por los pésimos “expertos” que tiene la presente administración estatal para el manejo de la imagen y las acciones gubernamentales, fueron subidas en las redes y en los canales de los Cuatro-Texto-servidores varias fotos de Cuitláhuac muy a gusto con su anfitriona Rocío. Y así se ve cómo llega al pórtico, cómo recorre el recinto y finalmente cómo ambos están sentados muy campechanamente en la cocina.
En una foto que estuvo circulando en las redes se advierte que en la pared de atrás de donde está sentada la ingeniera Nahle hay un mapa de Zacatecas, que recordó a propios de su proyecto y a extraños de dónde es oriunda ella, lo que con tanta enjundia intentan negar la propia norteña y sus amigos en la entidad.
¡Pero esa foto es trucada!
A alguien instalado en la cancha de la oposición se le ocurrió hacer esta estratagema para pegarle directamente a la aspirante oficial del Gobierno del Estado, y así empezaron a convivir en el espacio mediático la foto real con la pared vacía y la hechiza. Y resulta que como los ciudadanos están acostumbrados a las marrullerías informativas de la gente de Morena, muchos se fueron con la finta y se creyeron el truco.
Mal para quienes pretenden competir en la cancha electoral con triquiñuelas propias del morenismo. Si quienes se oponen desde todas las trincheras a los excesos del poder empiezan a usar las mismas armas de López Obrador y sus fidelísimos seguidores, la que terminará perdiendo será la democracia, ésa que muchos intentamos defender.
No caigamos en la trampa.