miércoles, diciembre 18, 2024

…y Kerry -el Cortés anglosajón del siglo XXI- llegará al istmo de Tehuantepec en representación de su majestad Joe Biden I 

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En 1526 Hernán Cortés ordenó una exploración en el istmo de Tehuantepec.  

Para 1532 se reporta la presencia del llamado conquistador de Tenochtitlan en la población que hoy conocemos como Santo Domingo Tehuantepec, un municipio ubicado en la región zapoteca. 

A Hernán Cortés le habían informado sobre la existencia de una conexión terrestre en los océanos Atlántico y Pacífico y sus enviados lo comprobaron. 

El extremeño informó al Rey Carlos I de España y V de Alemania, quien ordenó el seguimiento de aquellas exploraciones, conquistas y expansión de lo que pasaría a ser la Nueva España. 

El istmo de Tehuantepec fue empleado durante los siglos XVI y XVII. 

Para ello se echó mano de los ríos Coatzacoalcos, Papaloapan y San Juan. 

Productos que llegaron desde España, fueron trasladados por las rutas fluviales hasta donde la geografía lo permitió. 

Después, con el empleo de animales se estableció una ruta terrestre hasta la actual zona de Salina Cruz y desde ahí hubo comunicación con Sudamérica y Acapulco, de ida y vuelta. 

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La visita de John Kerry al istmo de Tehuantepec el próximo 21 de marzo, anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador este miércoles, ocurrirá cinco siglos después de haberse puesto en marcha el aprovechamiento de esta zona geográfica estratégica entre Oaxaca y Veracruz. 

Ex secretario de Estado durante el gobierno de Barak Obama, alejado del gobierno durante el mandato de Donald Trump, a Kerry se le encargó el retorno de Estados Unidos al Acuerdo de París para el Clima, para lo cual el presidente Joe Biden lo incorporó a su equipo. 

John Kerry llegará a México por sexta ocasión en calidad de enviado de Estados Unidos para el clima. 

Lo acompañarán legisladores norteamericanos y el embajador Ken Salazar, quien visitó el sur veracruzano durante el pasado mes de agosto, pasó por Acayucan y estuvo en Coatzacoalcos a modo de acercamiento en torno al proyecto del Corredor Interoceánico. 

Ayer, ocho de febrero, el presidente López Obrador informó que “en el Corredor del Istmo son diez parques industriales y ya se va a lanzar la convocatoria pronto. Hay el compromiso, si se dan las condiciones, de que cuatro parques de los diez se utilicen para la generación de energía eléctrica, energía eólica; esto es un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para contribuir a enfrentar el problema del cambio climático”. 

Los parques pertenecerán a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el propósito es que Estados Unidos o bancos de ese país, a tasas de interés muy bajas, aporten el financiamiento, sostuvo AMLO. 

En el istmo de Tehuantepec funciona el parque eólico en la zona de La Ventosa, municipio de Juchitán, donde operan 104 aerogeneradores que generan 85 megawatts de energía eléctrica aprovechando los característicos fuertes vientos que llegan a volcar traileres con cargas de toneladas… 

La noticia dada a conocer por el presidente de la República genera múltiples lecturas. 

Entre ellas, la modificación del proyecto industrial del Corredor Interoceánico que incluyó diez Polos de Desarrollo, los cuales se planearon dos para Coatzacoalcos, así como uno en Jáltipan, otro en Texistepec y uno más en San Juan Evangelista, del lado veracruzano. 

En Oaxaca, un Polo de Desarrollo o Parque Industrial se ubicó en Salina Cruz, otro en San Blas Atempa, otro en el barrio de la Soledad, uno más en Ixtepec y otro en Santa María Mixtequilla. 

Al darse a conocer que de los diez parques industriales cuatro serán para energía eólica, la pregunta es ¿dónde se colocarán? Y qué pasará con el resto de espacios originalmente destinados a la ubicación de maquiladoras siempre pensadas en áreas de diez kilómetros a la izquierda o la derecha del tren transístmico y con beneficios fiscales que implicarían impuestos de ISR, IVA, Predial, muy por debajo de las tasas normales. 

A la fecha se han concretado inversiones en los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, así como en la vía férrea entre ambos puertos, cuya extensión ronda los 307 kilómetros. 

La ampliación de la carretera 185, en el lado veracruzano, no ha cambiado y sólo se escucha la reiteración de que mejorará para el paso de trailers como parte de la infraestructura a ofertarse en el corredor interoceánico. 

Se dio a conocer meses atrás la construcción de un gasoducto submarino entre los puertos de Tuxpan y Coatzacoalcos, para acercar gas natural proveniente de Texas, a la refinería de Dos Bocas en Tabasco y al corredor interoceánico. 

Se requiere, además, la construcción de un gasoducto a lo largo del corredor interoceánico para proveer de gas a los diez polos de desarrollo. 

Esa fue, al menos, la última idea ventilada al respecto desde los gobiernos federal y estatal. 

No hay noticias de avance al respecto. 

En Coatzacoalcos, la empresa Braskem Idesa -del antiguo proyecto de Etileno XXI- ha sido la primera en sumarse desde el sector privado al corredor interoceánico, al iniciar la construcción de un depósito de gas natural en el puerto de Pajaritos. 

Dicho gas le garantizará el abastecimiento de materia prima para su industria petroquímica ubicada en Nanchital de Lázaro Cárdenas. 

Hablamos de una inversión de 400 millones de dólares que ya empezaron a fluir. 

El reino español y el sacro imperio romano germánico que Carlos I y V representó durante la primera mitad del siglo XVI, tuvo en Hernán Cortés al conquistador de la gran Tenochtitlan y al explorador del istmo de Tehuantepec que durante cinco centurias ha estado dormido, salvo por el breve lapso de inversión al más alto nivel y explotación a partir de 1907, impulsado por la conclusión del tren transístmico iniciado desde 1859 por el gobierno de Benito Juárez y concluido por el de Porfirio Díaz. 

La puesta en marcha del canal de Panamá en 1914 cerró el tren transístmico al comercio internacional y lo destinó para su empleo interno desde el sureste mexicano. 

En México vivimos la Revolución de 1910, Porfirio Díaz fue expulsado y durante más de un siglo el istmo de Tehuantepec nomás no vio luz alguna… 

Ahora, desde el 19 de marzo arribarán legisladores de Estados Unidos y el día 21 estará por estos lares el explorador John Kerry en una suerte de representación de su majestad Joe Biden I. 

Quizá no alcance a enterarse de las quejas de zapotecos pobres en torno a la energía eólica. 

Los gigantes ventiladores dejan ganancia, pero no para todos, se dice en la Ventosa. 

Los dueños de terrenos rentados a unos 2 mil 900 dólares por mes, viven bien. 

Pero los empleados, quienes no son dueños de tierra alguna, sólo tienen empleo mientras se arma el parque eólico y después, una vez que opera, deben migrar para sobrevivir… 

Veremos, lo que ocurre durante y después de la visita del Hernán Cortés del siglo XXI de origen anglosajón a diferencia del español que fue designado el Marqués del Valle de Oaxaca y fundó el mestizaje junto con Malitzin. 

Veremos hasta donde avanza la cuarta mega obra de la cuarta transformación… 

Veremos, hacia cual dirección avanzan los vientos de un corredor interoceánico propuesto como el desarrollo económico y social por el que tanto espera el sureste mexicano, históricamente experto en sufrir pobreza y generar migración de mano de obra.

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