El 28 de octubre del año pasado publiqué en “Sin tacto” lo siguiente:
“Me entero de la triste noticia del fallecimiento del maestro de la Facultad de Derecho de la UV, el licenciado Darío Segovia Caraza.
“Mi condolencia a sus familiares y a sus compañeros y amigos.
“Pero junto a esta sensible noticia, me veo obligado a señalar el tremendo error que cometió quien fue el responsable de redactar y publicar la esquela con la cual la Dirección de la Facultad de Derecho dio a conocer la triste noticia.
“Dice así:
«’A la comunidad universitaria de la Facultad de Derecho’
«’Se hace de su conocimiento el sensible fallecimiento de nuestro querido profesor’
«’Darío Segovia Caraza’
«’Quien acaeciera el día de hoy 27 de octubre de 2022.’”
“Y firma: ‘La Dirección de la Facultad’.
“Hace meses la Universidad Veracruzana hizo pública una esquela oficial en la que se cometía el craso error de confundir el verbo «acaecer» con «fallecer»
“Con motivo de aquella perlita impensable en una institución de educación superior, hecha pública a través de la Dirección de Comunicación Universitaria, señalé la preocupación de que no se hubiera tenido el rigor de vigilar la atingencia gramatical de un texto signado por la más alta autoridad educativa del estado.
“Y ahora desde la Facultad de Derecho vuelven a las andadas con ese «acaecido» que no sé por qué insisten en qué quiera decir «fallecido», cuando significa «sucedido».
Bueno, pues para no ser menos, ahora las autoridades de la Facultad de Odontología de Xalapa volvieron a cometer el error en la esquela que hicieron pública por el lamentable fallecimiento del doctor Gustavo Alfonso Sotelo y Soto (mi condolencia a su familia), y dicen textualmente que el médico fue “acaecido el día 7 de febrero de 2023”.
Yo no me imagino qué sucede en el área de comunicación de la UV, porque al parecer no alcanzan a ver los errores garrafales que se cometen en muchos comunicados que hace pública nuestra casa de estudios.
Eso de permitir que en las facultades se sigan cometiendo tantos horrores gramaticales, tan absurdos, habla de una incapacidad para cumplir con la responsabilidad encargada, que es una forma de corrupción (aunque el Patriarca de la 4T -a quien tanto admira la actual autoridad universitaria- soslaye la preparación y prefiera la lealtad: “90 por ciento de incapacidad y 100 por ciento de sumisión”).
Por favor, no permitamos que la calidad siga “acaeciendo” en nuestra Universidad, que antaño ponía tan orgullosos a los veracruzanos.