Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
Entre las agitadas «corcholatas» morenistas, con sus campañas anticipadas e ilegales, y los aspirantes priistas, panistas y perredistas de la Alianza Va por México, que no acaban de dar color, ha surgido una nueva propuesta de proyecto presidencial que se autodefine como un «candidato ciudadano» y que busca concitar el apoyo de los votantes apartidistas y de la sociedad civil, además de sumar, eventualmente, la adhesión de partidos. Se trata del empresario de Baja California y expresidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walter, quien el pasado lunes anunció su intención de buscar la Presidencia de la República con una serie de ideas y «propuestas drásticas» que, de entrada, levantaron polémica y llamaron la atención.
Apostando a un contraste total con el gobierno lopezobradorista, con propuestas duras y controvertidas para resolver los problemas más graves que no pudo resolver la 4T y que se agravaron en este sexenio, el aspirante ciudadano busca impulsar la ley del péndulo político en las próximas elecciones presidenciales. Para enfrentar a un gobierno de izquierda populista, demagógica y asistencialista, hace propuestas prácticas y radicales de una derecha pragmática y empresarial; pero al mismo tiempo, el empresario aprovecha la coyuntura de tensión y enfrentamiento entre AMLO y Estados Unidos, para mandar mensajes y guiños directos a la Casa Blanca y a la clase política de Washington, con planteamientos como «apertura total de la frontera a las inversiones», «extradición automática» de delincuentes y narcos, y «un nuevo acuerdo» para enfrentar a los cárteles de la droga.
De Hoyos no milita en ningún partido político y desde hace años participó como dirigente en la Confederación Patronal de la República Mexicana y luego como activista de la sociedad civil promoviendo la formación de la asociación ciudadana «Sí Por México», junto con el también empresario Claudio X. González, que luego impulsó y ayudó a conformar la Alianza opositora «Va por México» que conforman el PRI, PAN y PRD, y más recientemente creó la organización «Unidos» con la idea de ampliar el bloque opositora a una alianza con los ciudadanos a través de las organizaciones de la sociedad civil.
Pero la decisión que tomaron los dirigentes del PRI-PAN-PRD, de hacer sus propios acuerdos y convertir a Va Por México en una alianza estrictamente partidista, en la que ya no tomaron en cuenta ni a Sí por México ni a «Unidos», hizo que Gustavo de Hoyos replanteara su proyecto y, con el apoyo de amigos empresarios, lanzara el lunes su propuesta de «candidatura ciudadana» con una serie de planteamientos que rompen con el discurso político tradicional y cuestionan el monopolio de los partidos políticos, el fracaso de todos los partidos que han gobernado al país (léase PRI, PAN y ahora Morena) y la posibilidad de que, por primera vez en la historia, un ciudadano sin partido pueda llegar a la Presidencia de México.
Y para hacer ruido en el lanzamiento inicial de su proyecto, De Hoyos recurrió a una estrategia de alto contraste con las fallas y fracasos del gobierno de López Obrador y a planteamientos puntuales y específicos para enfrentar con medidas «drásticas» los tres problemas más apremiantes y que más han golpeado a los mexicanos en el gobierno de la 4T: la caída del sistema de salud, la inseguridad y la violencia criminal que ha disparado asesinatos y desapariciones, la pauperización del empleo y la relación con Estados Unidos para aprovechar, sin condicionamientos ideológicos, todo el potencial del llamado «nearshoring» en el marco del TMEC.
En la salud, por ejemplo, la «propuesta drástica» de Gustavo de Hoyos es crear una suerte de Seguro Médico Universal y Seguro Educativo Universal en el que cualquier ciudadano, sin importar su capacidad económica, pueda atenderse lo mismo en un hospital público que en uno privado, al mismo tiempo que un niño, joven o adolescente pueda inscribirse en una escuela o universidad pública o privada, en ambos casos con un seguro pagado por el gobierno. «Hoy tus impuestos se gastan en puros caprichos, aunque te digan que no, el dinero sí alcanza, solo hay que ponerlo donde debe de estar y sobre todo que se gaste bien», dice el aspirante ciudadano en sus videos difundidos en redes sociales.
En la relación con Estados Unidos, un tema que sin duda influyó en su decisión de lanzar en este momento su aspiración presidencial, el empresario plantea «un nuevo acuerdo con los americanos» en el que habla de una apertura total de la frontera sin ponerle límites a la inversión para generar empleos, pero también de un acuerdo de libre tránsito entre los dos países, lo que llevaría a un «acuerdo para tumbar el muro» construido en buena parte durante la administración de Donald Trump.
La tercera propuesta de De Hoyos es la que tiene que ver con la seguridad: combatir la delincuencia de manera radical para recuperar la tranquilidad de las familias mexicanas, es su planteamiento, y para lograrlo habla de evaluar «todas las opciones, incluida la pena de muerte, la cadena perpetua y la extradición automática» de narcotraficantes y delincuentes que sean buscados por otros países. Y en el tema de la seguridad, Gustavo manda otro guiño a Estados Unidos y a sus políticos y congresistas: «Yo me voy a sentar a negociar con Biden y no con la mamá del Chapo».
Pero fue la cuarta propuesta del empresario y ciudadano lo que desató más controversia y le valió comentarios, críticas y hasta descalificaciones en las redes sociales y los foros de internet. Al hablar de violencia hacia las mujeres y niñas, el precandidato presidencial habló de utilizar toda la fuerza del Estado contra los agresores de mujeres y mencionó como ejemplo la estrategia del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, contra las pandillas de la Mara Salvatrucha: «Ya es tiempo de acabar con los feminicidas, con los violadores y con las parejas violentas. Que nuestras hijas, nuestras esposas y nuestras madres caminen tranquilas y vivan sin miedo. Lo que se tenga que hacer, hay que hacerlo ya, con la misma fuerza que se está usando en El Salvador para acabar con Las Maras».
¿Será que en esta sucesión atípica, adelantada y en la que se lucha contra la percepción de una victoria inevitable de Morena, habrá surgido el Bukele mexicano, como empezaron a descalificar en las redes a Gustavo de Hoyos, sobre todo desde cuentas afines al gobierno y a la 4T? ¿O será más bien que con un discurso que cuestiona la mediocridad de los políticos y que señala el fracaso de todos los partidos y de las alternancias fallidas en la Presidencia mexicana, (empezando por el PRI, siguiendo por el PAN y rematando con Morena) por primera vez un candidato ciudadano, sin partido y sin los atavismos tradicionales de la política, puede llamar la atención del electorado mexicano y darle una nueva vuelta al péndulo político?