No es ningún secreto la empatía y sinergia entre el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López y el diputado Sergio Gutiérrez, tampoco que ambos andan en abierta precampaña para posicionarse en el imaginario colectivo como potenciales protagonistas directos en la elección 2024, uno para la presidencia de la república, y para el gobierno de Veracruz el otro; aún más, sería de párvulo ignorar la no simpatía de cuadros gubernamentales relativas a la incursión del diputado Gutiérrez por estos lares, donde el corazón futurista del oficialismo late intensamente en torno a Rocío Nahle, para el gobierno estatal y por Claudia Sheinbaum para presidenta. Pero haciendo uso del derecho al libre tránsito por los rincones del país, la dupla López- Gutiérrez nuevamente hizo presencia en Coatzacoalcos, con inherente mensaje porque debiera suponerse que esa región forma parte importante como coto de la exclusiva operatividad a favor de la senadora con licencia Rocío Nahle. Sin embargo, no escapa a la observación que, en base a la función que desempeña Adán López en el gobierno federal, algo o mucho debe saber acerca de las actuales circunstancias de la señora Nahle, y en esa condición alienta las aspiraciones del diputado Gutiérrez, declaradamente su amigo. Si llegare a suscitarse una pugna insalvable entre doña Rocío y Sergio Gutiérrez al interior de MoReNa por el gobierno veracruzano, es posible que quien ha de decidir la candidatura decida optar por una carta de tercero en discordia, de producirse esa hipotética situación el beneficiado con la candidatura sería Ricardo Ahued. De concretarse este último supuesto, entonces la disputa por el senado se entablaría entre Manuel Huerta y Sergio Gutiérrez, a cuya candidatura favorecería la candidatura de Adán López a la presidencia, pero si esto no ocurriera entonces don Sergio se afanaría en procurar su reelección como diputado. En el ámbito de la especulación es posible formular “N” número de combinaciones, porque en política la dinámica de los acontecimientos acomodan las circunstancias y la trayectoria de los actores políticos. Así, en el caso de concretarse la aspiración de Rocío Nahle, es indudable que del gobernador Cuitláhuac García hacia dos niveles debajo de su jerarquía pudieran tener garantizada una relativa tranquilidad y hasta reacomodo en cargos públicos, de suceder lo contrario en el contexto que ya señalamos todo sería de pronóstico muy reservado. Pero, además, esta conjetura se da en la hipótesis de que MoReNa ya sin López Obrador en la boleta electoral pueda acumular similar arrastre al de 2018, porque si la oposición partidista, unida a factores de poder inconformes logran unificarse eficazmente poniendo como abanderado a un buen candidato, entonces quizás estaríamos al borde de otra alternancia en el gobierno estatal. Nada está escrito, porque el dictado de la narrativa corre con cargo a las circunstancias.