Agencias/Sociedad 3.0
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) anunciaron la instalación de una mesa de trabajo con el fin de detectar en la masa y la tortilla la presencia de maíz transgénico, producto que se importa de Estados Unidos.
Con esto se da cumplimiento al decreto presidencial del 13 de febrero, en el que se establece la prohibición de usar este grano para consumo humano, precisaron.
El pasado 7 de abril venció el plazo que establecieron Estados Unidos y Canadá para que México diera sus argumentos científicos para la prohibición del uso de este grano para consumo humano.
En un comunicado Cofepris y Conacyt informaron que se fortalecerá el Laboratorio Nacional de Referencia para detectar la presencia del transgénico en el maíz que consumen los mexicanos, a través de la masa y la tortilla.
De esta forma, dijeron, hacen trabajo conjunto para el desarrollo de capacidades técnicas y analíticas a fin de evaluar los riesgos del uso y consumo del maíz transgénico, las repercusiones del uso asociado a glifosato y su posible impacto en la salud humana.
Explicaron que de acuerdo con ese decreto, cumplen las acciones de reformar el marco legal aplicable para que el maíz genéticamente modificado no sea utilizado en consumo humano y evitar su siembra en el país, al mismo tiempo se preserva el patrimonio alimentario y la riqueza biocultural.
Informaron que hay datos contundentes que demuestran la imposibilidad de segregar los maíces transgénicos de los nativos, en países como México, que son centro de origen y de diversidad genética.
Recordaron que la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), establecida con la firma del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), recomendó en 2004 evitar la entrada de grano de maíz transgénico viable, así como su siembra.
Dijeron que es fundamental que el Gobierno de México a través de las instituciones responsables del análisis científico y técnico, asegure que todos los materiales de maíz transgénico que ingresen al país “vengan inviables” y no puedan usarse como semilla.
Desde 2013, ante una demanda de acción colectiva contra la siembra de maíz transgénico, un juez ordenó la moratoria, por lo que no se han realizado esos cultivos, indicaron.
Precisaron que tienen como propósito refrendar la medida cautelar emitida ese año y confirmada en 2021 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que estableció como medida de protección a la biodiversidad nacional, la prohibición de la liberación al ambiente de maíz con alteraciones genéticas, pues podría contaminar los miles de variedades nativas.