El año pasado, a través de uno de sus asesores políticos, el millonario constructor pozarricense Fernando Padilla Farfán estuvo presionando a periodistas y dueños de páginas digitales de la capital veracruzana para eliminar de sus sitios de la internet todas las notas informativas y comentarios negativos que se habían publicado sobre su persona.
Muchos creyeron que su interés obedecía a una aspiración política ante la cercana sucesión estatal de 2024, pero ahora ha quedado claro que buscaba limpiar su nombre para sumarse al grupo de apoyo al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en cuanto el tabasqueño comenzó a ser perfilado como el Plan B del presidente Andrés Manuel López Obrador para sucederlo el año entrante.
Este lunes 24, Roberto Zamarripa, en su columna política Tolvanera, publicó en el diario Reforma un texto titulado “¿A gusto?” en el que da amplias referencias de Padilla y su interesada relación con el presidenciable titular de la Segob.
“Adán hasta antes de ayer era espectacular. La cortesía del caso viene de Fernando Padilla Farfán, un empresario veracruzano, constructor según los decires, pero hábil personaje que teje sus relaciones en tierras jarochas, en Puebla y también en Chiapas donde cuentan que quiere asentarse con una lujosa residencia, siempre alrededor de los gobernadores.
“Hace nueve años Padilla Farfán, un personaje cercano al priista Fidel Herrera, era señalado por distintas irregularidades en sus actividades económicas tejidas alrededor del sector público.
“En marzo de 2014 fue detenido en el Periférico Ecológico y Camino Real a Cholula, por circular a 170 kilómetros por hora en un Ferrari rojo acompañado de un carro escolta cuyos agentes portaban armas de uso exclusivo del Ejército como un rifle G3, un fusil de combate alemán. Padilla Farfán, según los reportes públicos de entonces, no llevaba licencia de conducir y su Ferrari no tenía ni placas. Fue detenido, pero con el pago de una fianza quedó libre.
“Hoy no ha dejado el gusto por los Ferraris ni tampoco el gusto por la vinculación política de altos vuelos. Con el pretexto de dirigir una revista coloca espectaculares con la figura de Adán Augusto. A partir de este lunes puede bajar los espectaculares. Adán Augusto López tendrá una exposición privilegiada que ninguno de los contendientes a la Presidencia tendrá antes de la Encuesta Mayor”, recomienda Zamarripa a Padilla, pues reitera que “el infortunio ha abierto esa puerta”.
Y es que el columnista de Reforma refiere que “por cuarta ocasión un problema de salud aparta al Presidente. Pero por primera vez ocurre en medio de la batalla por la candidatura presidencial donde el relevo, Adán Augusto López, es contendiente”.
“Lo que vendrá esta semana dejará en anécdota esos mensajes de ‘Que siga López’ o ‘Andamos A Gusto’, impugnados ante el INE.
“Adán Augusto López será el dueño de La Mañanera, la bocina de la Nación. Y el INE no podrá decir ni pío.
“Es una consecuencia de una contienda sin reglas donde los aspirantes juegan con fuego, se golpean fuerte, se montan en recursos oficiales para justificar encuentros públicos masivos”, resume Zamarripa.
Dos días después, el miércoles 26, Juan Becerra Acosta publicó en el diario La Jornada otro artículo de opinión titulado “Amigo, date cuenta”, en el que critica que “hace unos días aparecieron al costado de carreteras, y en distintos puntos de la República, anuncios espectaculares de una revista titulada ‘Líder México’, en la que con miras a la elección de 2024 se promueve la figura del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, minimizando la de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al colocarla detrás del político tabasqueño en una emulación de aquella tristemente célebre frase que dice –con el machismo en mayúsculas– que detrás de un gran hombre hay un gran mujer en desafortunado agravio no sólo a la doctora Sheinbaum, sino a todas las mujeres”.
Becerra Acosta expone que a pesar de los avances que se han dado en la participación de las mujeres en la vida política del país, “el anuncio espectacular intenta construir una relación de significados en los que la mujer necesitaría de un hombre que la cuide y supervise en su actuar para que éste tenga el fin esperado, de lo contrario sugiere que sería imposible conseguirlo, lo que apela a añejos discursos que no tienen cabida en la actualidad y responde a un delito llamado violencia política en razón de género, que daña a la sociedad en general al dirigirse a quienes desde el ejercicio de la toma de decisiones desafían al patriarcado que intenta restringir su participación en la actividad política”.
“En un país como el nuestro, en el que mujeres son a diario desaparecidas y asesinadas por ser mujeres, cualquier acto de violencia en contra suya abona a que los feminicidios continúen debido a que son consecuencia final de una discriminación generalizada que tendría que ser no sólo sancionada, sino repudiada por todos y, especialmente, por los representantes del gobierno de la Cuarta Transformación. Pero, en lugar de ello, vemos una ‘guerra sucia’ con la que mecanismos de control sobre las libertades de las mujeres buscan, para generar popularidad, despertar prejuicios que tendrían que sepultarse.
“Sobre el proceso electoral de 2024 una de las preocupaciones es la de la posibilidad de que pudiesen presentarse actos de violencia. Se espera entonces, y al menos por parte de quienes aspiran a contender, un discurso que evite cualquier detonante del odio. Y si bien es normal que en un proceso electoral el participante que va abajo en las encuestas le pegue al de arriba, no significa que se pueda acudir a la violencia de género, ni a ninguna otra. Pero el que golpes violentos se den en un proceso interno para elegir a la candidata o candidato del partido que enarbola la Cuarta Transformación resulta, además de torpe y contraproducente, totalmente contrario al sentido y a la causa de, justo, ese movimiento”.
Ante esta campaña negra desplegada en contra de Sheinbaum por Fernando Padilla mediante anuncios espectaculares patrocinados por su revista Líder México, Becerra Acosta remarca que “en tiempo de definiciones, como lo es el actual, se debe de tener muy en claro quién está en el movimiento por la causa de todos y, por el contrario, quién lo está por lo que el movimiento pueda generar a sus intereses propios”.
Y concluye: “Más allá de simpatías o antipatías con respecto a quienes aspiran a la candidatura del partido Morena a la Presidencia del país, la militancia debe considerar, a la hora de tomar su decisión, que antes de la persona está la causa, y tener en claro quién representa y –muy importante– quién no representa la lucha por cambiar un antiguo régimen antidemocrático que a través de la injusticia llevó a México a la decadencia con la que se perdieron valores y se dio una descomposición social que nos llevó a la violencia, esa misma que se promueve con anuncios espectaculares en los que se pretende minimizar a las mujeres. Amigo, date cuenta”.