Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum, citados bajo estricto orden alfabético, son los precandidatos de MoReNa a la presidencia de México, coloquialmente conocidos como las “corcholatas” presidenciales, sin duda a uno de ellos lo veremos en campaña presidencial el próximo año, solo una catástrofe política podría evitarlo y aparecer otro en su lugar. Como potenciales candidatos recorren el país para cubrir las exigencias impuestas por su líder moral y jefe político-administrativo, Andrés Manuel López Obrador, pues ni por curiosidad ni formulismo el dirigente Mario Delgado y el Consejo Nacional han dado a conocer las reglas del juego partidista. Quien gane la encuesta diseñada por MoReNa, (por AMLO, obviamente), aunque no sabemos si alguno se inconformará, uno de ellos será el candidato, en esa dinámica recorren el país y se ha filtrado la presencia de los tres en respectivas agendas en Veracruz para fecha muy próxima; asunto nada extraño por el abultado padrón electoral de esta entidad y porque aquí también se escenificará una batalla electoral en pos del gobierno estatal. No es noticia el que cada uno de estos precandidatos ya ha integrado grupos de seguidores en Veracruz, uno de ellos, el de Claudia Sheinbaum es sinérgicamente impulsado desde la cúpula de poder estatal y empata con estrecho vínculo de solidario respaldo a la precandidatura de Rocío Nahle al gobierno estatal. Para esta semana se anuncia la visita del Secretario de Gobernación, el gran ausente en el dramático suceso de los 40 migrantes muertos en uno de los “albergues” en Ciudad Juárez, un expediente oficialmente a cargo de la Secretaría de Adán Augusto pero en pleno drama no acompañó al presidente en su visita a aquella ciudad sino que estuvo en el sur de nuestro estado acompañado por el diputado Sergio Gutiérrez, a quien manifiesta abierto respaldo en su aspiración por suceder a Cuitláhuac García. Aquí se advierte una guerra sorda entre quienes apoyan a Claudia Sheinbaum-Rocío Nahle y quienes apoyan a Adán Augusto- Sergio Gutiérrez, a tal grado que esas visitas más parecen abierto reto a las fuerzas estatales que encuentros de promoción política. Marcelo Ebrard hasta ahora se mantiene al margen de esas disputas sucesorias de orden local, quizás una inferencia a la ligera pudiera catalogar de estrategia errónea no involucrarse en la sucesión estatal, pues la ausencia de amarres locales pudiera no favorecerlo, pero todo es asunto del cristal a través del cual se mira. México y Veracruz transitan por tiempos difíciles, sin embargo, el prurito de evadir o fugarnos de una realidad de dramáticos aconteceres, nos invita a entretenernos en una disputa electoral adelantada. Pero así transita la gloria en este mundo, decían en la Roma clásica: Sic Transit Gloria Mundi.