En un giro para nada sorprendente, el Partido Verde Ecologista dio marcha atrás y decidió retirarse de la contienda electoral en Coahuila, a la vez de convocar a sus seguidores para que apoyen al candidato de Morena a gobernador de esa entidad; no acompaña a esa retirada quien fuera su candidato, Evaristo Lenin Pérez, quien asegura seguirá en la lucha acuerpado por el partido Unidad Democrática. Se estima que la retirada del PVEM a cuatro días de finalizar el periodo de campañas ya es tardía, y cuando el daño ya está facturado, aunque debemos esperar los resultados de cualquier manera los votos depositados a favor de ese partido no podrán ser incorporados a la cuenta de Guadiana, candidato de Morena, se anularían según las reglas establecidas previamente por el INE. “En política todo se vale”, dice conocido aforisma, sin concederle categoría de auténtico parentesco con la realidad a ese refrán, debemos coincidir en su reiterada ocurrencia, más aún cuando se trata de un partido con fuerte tufo a franquicia política como lo es el Verde, por tal motivo nada tiene de sorprendente esa retirada pese a la inherente traición a su militancia. Está por verse si el Partido del Trabajo actúa en consonancia con el Verde y también decide “declinar”, aunque si así sucediera ocurriría lo mismo con los votos depositados a su favor, y de igual manera, se estima que Ricardo Mejía tampoco abandonaría el barco. Pero, más allá del resultado electoral en Coahuila, donde se da por ganador al candidato de la Alianza PRI-PAN-PRD, los actuales son tiempos de definiciones y en esa tesitura se irán acomodando las fichas en el lugar que les corresponde, tal sucede ahora mismo con el dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, y así ocurrirá con otros partidos y actores políticos. Ni duda cabe.