Pagando las consecuencias de las sanciones impuestas a Rusia, hay desabasto en los anaqueles de las grandes tiendas del Reino ya no tan Unido de la Gran Bretaña. La falta de productividad de sus campos por el fuerte incremento en las tarifas de gas, ha encarecido los productos de la tierra. Allá son sembrados en enormes invernaderos que tienen que mantener una temperatura. A la intemperie se congelarían…
Y si a eso se agrega el apoyo a Ucrania; el descontento social de las nuevas generaciones se ha profundizado con la coronación de “Su Majestad” Carlos III -paso, que ridículos- y el dispendio, por demás absurdo, volcado hacia la idolatría…
Hay que recordar que son Reyes por la gracia de Dios, como bien decía Francisco Franco (1892 – 1975) el Caudillo de España, por eso los coronan quienes dicen ser sus representantes…
En alguna ocasión he citado a Napoleón (1769 – 1821) que le quitó de las manos la corona al Papa Pío VII (1742 – 1823) llamado Barnaba Niccoló María Luigi Chiaramonti (1742 – 1823) y se la puso él mismo…
Lo que enfureció a don Pío VII; y en una mañanera, que lo excomulga. Lo que le valió un serenado comino al ilustre militar. Pero como el encono hacia el Gran Corso, era ya abierto -más o menos como entre el Presidente y el Poder Judicial-…
En un viaje que hizo el General a Roma -seguimos con Napoleón, no vayan a creer que el de aquí y sus viajes- un poco harto del súper curita, el 8 de julio de 1808 lo mandó detener y lo puso tras las rejas. Sí, lo leyó bien. Metió a la cárcel al Papa y lo tuvo preso durante 5 años…
Algunos historiadores dicen que lo encarceló porque no le quiso ceder los Estados Pontificios. Los mismos que el Papa Silvestre I (285 – 335) mediante la Donación de Constantino, se robó del Imperio Romano. Un documento tan falso, como el título de la Ministra Yasmín Esquivel…
Que después, para quitarle lo de donación, y taparle el ojo al macho, ha sido llamado El Patrimonio de San Pedro. O sea, que el legado del apóstol sobre el que se fundó la Iglesia Cristiana ¡era robado! Hombre, muy bien…
Por ahí dicen, que “Quien no conoce a Dios, hasta delante de un burro se hinca”. Solo que, independiente de que nadie ha visto a Dios; para conocer a Dios, primero hay que conocerse uno mismo -pos si no, cómo- y se puede agregar, que nadie puede amar lo que no conoce…
Pero la gente está adoctrinada a vivir en un mundo mágico, y creen que las cosas suceden por milagro, porque Dios así lo quiso. En un encuentro deportivo cuerpo a cuerpo, box, tenis, atletismo, natación, esgrima, etc. Por regla general, los contrincantes se encomiendan a su Dios ¡al mismo Dios! y solo uno va a ser el que gane…
Y mira qué chistoso, lo mismo es en las guerras. Seguro que todos se encomiendan a su Dios. Todos pierden; pero unos son los derrotados. Qué clase de justicia divina es esa, cuando no es nada extraño que ganen los que hacen más daño; los que matan más gente…
Pero ya bien adoctrinados en el mundo fantástico, resulta que la gente nace cuando Dios quiere; no se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad de Dios; la gente se muere cuando Dios dispone… ¡Y luego los juzga! Hombre. Lo que son las creencias.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.