Agencias/Sociedad 3.0
La incertidumbre se apoderó de Rusia después de que en las redes sociales surgieran rumores sobre la supuesta huida del presidente Vladimir Putin de Moscú. Estos rumores surgieron tras el avance del grupo paramilitar Wagner, liderado por Yevgueni Prigozhin, en la región de Lipetsk, ubicada a unos 400 km al sur de la capital rusa.
Según informaron las autoridades locales, miembros del grupo Wagner han ingresado en la región de Lipetsk, lo que ha generado preocupación en la población. Ante esta situación, se especuló que Putin habría abandonado Moscú en respuesta al avance de este grupo paramilitar.
Sin embargo, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, desmintió rotundamente estos rumores y afirmó que el presidente se encuentra trabajando en el Kremlin. Peskov citó a la agencia Ria Novosti para aclarar la situación y tranquilizar a la población.
Por su parte, Yevgueni Prigozhin, líder del grupo Wagner, anunció la toma del cuartel general del ejército ruso en Rostov y afirmó controlar varias instalaciones militares, incluyendo un aeródromo. Estas declaraciones aumentaron la tensión y generaron preocupación tanto en Rusia como en la comunidad internacional.
Las autoridades regionales de Rostov y Lipetsk han instado a la población a permanecer en sus hogares y han implementado medidas de seguridad adicionales. La situación se considera difícil y el gobierno ha dejado claro que tomará medidas para garantizar la seguridad de la población.
El avance del grupo paramilitar Wagner ha generado una respuesta mixta en la sociedad rusa. Mientras algunos líderes políticos y religiosos han llamado a la unidad y a respaldar a Putin, otros han expresado preocupación y han pedido una solución pacífica a la crisis.
Las potencias occidentales, incluyendo Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido, así como la Unión Europea, han seguido de cerca la situación en Rusia y han manifestado su preocupación por los acontecimientos. El empresario opositor ruso en el exilio, Mijaíl Jodorkovski, ha llamado a la población a apoyar la rebelión de Prigozhin, argumentando que es necesario enfrentar a Putin.
En medio de esta incertidumbre, la fiscalía general rusa ha iniciado una investigación penal relacionada con el intento de organizar un motín armado. Las autoridades rusas han instado a los combatientes de Wagner a detener su revuelta y han reafirmado su compromiso de mantener la seguridad y el orden en el país.
Con información de Expansión