lunes, noviembre 4, 2024

La UV se desploma: es una extensión de MORENA

Dr. Rafael Vela Martínez

Recién el viernes 2 de junio pasado en el desarrollo del Consejo Universitario General, jóvenes consejeros de viva voz y ante el pleno universitario expresaron al Rector que la Universidad es un desastre; enfatizaron que se integran comisiones  y se asignan responsables sin valorar el perfil y dar seguimiento a su capacitación, como es el caso de algunos académicos que se encuentran al frente de las comisiones de equidad de género.

Efectivamente, es claro que no existe un seguimiento a lo que está sucediendo en la Universidad Veracruzana (UV); quizás a ese valor que tuvieron los jóvenes para expresar las situaciones que los aquejan, habría que sumar algunas que enfrentamos los académicos. Por supuesto, muchos docentes e investigadores señalan que Rectoría es una extensión de MORENA, y para muestra de que en gran parte se tiene razón, basta con señalar que algunos Directores Generales de área nombrados por el Rector, actúan de manera vertical como si se estuviera al interior de un partido político, en tanto se han atribuido el decidir el uso de los auditorios para llevar a cabo foros académicos, incluso organizados por Cuerpos Académicos; nada más  autoritario y retrógrada que nunca se había vivido en la UV; esto en esencia es coartar la libertad de expresión y de pensamiento universitario.

Es importante señalar que con ello, estos funcionarios, que representan a la Rectoría, tratan de impedir la libertad de opinión al interior de nuestra Máxima Casa de Estudios, algo tan aberrante y retrógrada, cuya actitud trasluce  que no alcanza a entender que como académicos es nuestra responsabilidad formar jóvenes libres de pensamiento, de opinión y reflexión, con capacidad de analizar, decidir y de exponer sus puntos de vista; más aún, no alcanza a entender que el templo de la universalidad de las ideas y opiniones, justo es la universidad, por ello se llama así.

Pero más allá de la actitud de estos funcionarios, en su gran mayoría los universitarios opinan que este rectorado es una extensión de MORENA, y si esto se quiere corroborar se puede aplicar una encuesta para confirmar lo que en pasillos de nuestra institución es una opinión dominante. Quizás por ello es que cuando en el Consejo Universitario se le requirió al Rector una explicación acerca de las renuncias de integrantes de la Junta de Gobierno (JdG), “se lavó las manos” y expresó que NO le tocaba a él informar, sino al Presidente de la misma; se le argumentó que esto era sospechoso y que todo apuntaba a que integrantes de dicha JdG que no eran afines al manejo de los recursos y posicionamientos políticos de la Rectoría, estaban siendo presionados a la renuncia para ser reemplazados sin que los nuevos titulares pasaran por la aprobación del Consejo Universitario; pues como es del dominio público, quien decide al académico que reemplazará a un integrante que ha renunciado, es la misma JdG. Se le precisó al Rector que esto era violatorio de la autonomía universitaria que juró resguardar y proteger, así como en el mismo sentido juraron cada uno de los integrantes de dicho Cuerpo Colegiado de Notables, a lo que no dio respuesta, como tampoco lo hizo el presidente de dicha Junta.

Tan solo como ejemplo de la pasividad de las autoridades de la UV, es que al dar a conocer el Dictamen del Presupuesto Modificado al cierre del ejercicio 2022, se informó que no fue DEVENGADO el 22% del presupuesto autorizado a ejercer por la administración de Rectoría, que asciende a 1,929 millones 672 mil 22 pesos, bajo el argumento que son recursos NO entregados a la Universidad por parte de Gobierno del Estado. Al respecto se cuestionó por distintos consejeros universitarios la actitud pasiva y el no reclamo de ese recurso, cuando hay tantos requerimientos para el buen desarrollo de los quehaceres universitarios, como realizar investigaciones, foros, publicaciones, ampliación de la matrícula universitaria, modernizar las instalaciones acordes con las nuevas herramientas digitalizadas y del conocimiento, pero sobre todo, cuando se les sigue cobrando a los estudiantes cuotas, e incluso, en algunas facultades se les exige el pago de la aportación “voluntaria” del comité pro-mejoras, también conocida como patronato, que en caso de no ser cubierta, los propios directores obligan a los alumnos a firmar un documento dónde se comprometen a realizar el pago dentro un periodo de tiempo determinado, violentando la Ley General de Educación Superior que precisa la gratuidad de la educación; y más aún, privándoles del derecho a estudiar un posgrado a los jóvenes que no tienen dinero para cubrir sus cuotas semestrales y de inscripción.

De igual forma se le hizo conocer al Rector que la suma NO devengada y en consecuencia no ejercida de más de 1929 millones de pesos, coincide justamente con lo que se ha señalado en los medios de comunicación, con el dinero que el Gobierno del Estado regresó a la federación en este 2022, por concepto de subejercicio; a lo que el Rector no respondió y que en consecuencia dio pie para que muchos universitarios estén pensando que es la cuota de su rectorado, en tanto trasluce que la UV se está convirtiendo en una dependencia más de Gobierno; y que, es lo mismo que hacen muchas secretarías de gobierno estatal, en términos de caer en SUBEJERCICIO, para que este recurso se regrese a la federación y sea utilizado para cuestiones político electorales o de otra índole, nada más grave y preocupante para una universidad, como mismo se los vino a decir el Dr. Imanol Ordorica Sacristán, cuando en el Consejo Universitario General anterior la UV le otorgó el Doctorado Honoris Causa.

Lo cierto es que ese recurso urge se reintegre a la UV para que ésta cumpla con su responsabilidad social, pues al momento con menos años de existir, el sistema de Tecnológicos en la entidad tiene más presencia en todo el estado, mientras que la UV sigue rechazando aspirantes a ingresar a una carrera universitaria; para muestra lo siguiente: en palabras del Rector Martín Aguilar Sánchez, de los aproximadamente 41 mil aspirantes a ingresar a una de las carreras que ofrece la UV para el ciclo escolar agosto 2023 a enero del 2024, solo podrán entrar a la Universidad alrededor de 18  mil jóvenes; es decir solo se aceptará entren a  nuestra Máxima Casa de Estudios aproximadamente el 44% de los aspirantes. Esta información es muy grave por si misma, pero incluso se queda muy corta en relación a la demanda de jóvenes que en Veracruz aspiran a cursar una carrera universitaria que es más de 70 mil, de tal forma que la UV solo le abre sus puertas al 25% de la demanda.

Esta es nuestra triste realidad en la UV, lo que antes fue un referente de la educación pública a  nivel nacional, de la libertad de expresión, del libre pensamiento universitario, hoy gobernada, como se escucha en los pasillos, por la 4T, pierde su prestigio y todo al parecer se hace bajo tintes políticos y NO académicos.

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