Debemos aclarar que lo del número ocho y las coincidencias con acontecimientos trascendentales en este país, nada tienen que ver con lo esotérico y mucho menos forma parte de una conclusión científica, solo lo abordamos como referencia para enumerar algunos hechos acaecidos en México de cuyo registro ya ha tomado nota la historia política del país. No se tome pues lo aquí descrito como el producto de una investigación científica, pues son simplemente curiosidades anecdóticas. Por ejemplo, en diciembre de 1958 tomó posesión de la presidencia Adolfo López Mateos, pronto tuvo que tomar decisiones para “calmar” los brotes de inconformidad surgidos en el magisterio, encabezados por Othón Salazar, y del Movimiento Ferrocarrilero liderado por Valentín Campa y Demetrio Vallejo, todos finalmente en la cárcel en 1959, recordemos que el Secretario de Gobernación era Gustavo Díaz Ordaz. Allá en el noroeste de la república, en Baja California sucedían revueltas por el dominio de terrenos aledaños al rio de Tijuana; esa entidad había nacido al concierto federalista el 25 de noviembre de 1952 por disposición del presidente Alemán, y en 1953 se eligió su primer gobernador priista, Caritino Maldonado, al vencer por 60 mil votos contra los 4 mil 864 del candidato del PAN, Francisco Cañedo. Don Caritino no le atinó al candidato presidencial, pues se la jugó en 1958 con Flores Muñoz y no con López Mateos, quien eventualmente lo mandó a la congeladora política. Diez años después, el 2 de octubre de 1968 sucedió la triste noche de Tlatelolco, un acontecimiento considerado como parteaguas del Sistema Político Mexicano pues lo obligó a implementar una apertura democrática. Pasaron 20 años y en 1988 sucedió otro parteaguas, este de carácter electoral, porque entre sus consecuencias se sucedieron en cadena sustantivas reformas al marco normativo electoral que incluyó la creación del IFE, la credencial de elector, reglas claras para el padrón electoral, la creación del Tribunal Electoral, número de senadores elevados de 64 a 128 y los diputados hasta 500 mediante los principios de mayoría relativa y de representación proporcional devenidos de la reforma de 1977. Y fue precisamente en Baja California donde se reconoció en 1989 por vez primera el triunfo de un gobernador oposicionista, cuando Ernesto Ruffo Appel (PAN) venció a la candidata del PRI, Margarita Ortega Villa, y a la candidata del PMS, PRD y PARM, Martha Maldonado, hija precisamente de aquel don Caritino. Por cierto, en la elección de 1988 Cuauhtémoc Cárdenas arrasó electoralmente en esta entidad, razón por la cual desechó la invitación del panista Ruffo Appel de ir en alianza PAN-PRD. Justamente 30 años más tarde, en 2018, otro campanazo electoral cambió el rumbo político del país con el triunfo arrollador de López Obrador sobre sus oponentes del PRI, del PAN y del PRD. En una democracia las elecciones sirven de conducto institucionalizado a la voluntad ciudadana para votar a favor de un cambio o ratificarle la confianza al partido en el gobierno, en las dos primeras décadas ha habido en México tres alternancias en la presidencia de la república ¿habrá una cuarta? Debido a que no es asunto para adivinos la respuesta la dejamos al tiempo y las circunstancias.