Por Edgar Hernández*
De los 8 mil millones de dólares -160 mil millones de pesos- presupuestados originalmente para “Dos Bocas” en 2019, el presupuesto se disparó a 12 mil MDD, para incrementarse el pasado primero de julio en 24 mil millones de billetes verdes.
Por aquel inicio de gobierno, todo era felicidad en el Palacio del Rey donde se aseguraba que una de tres obras insignia de la 4T tendría un costo tope de 8 mil millones de dólares “y hasta podemos ahorrar, por eso son buenas las conferencias, porque queda constancia, todo está grabado”, decía eufórico López Obrador.
Los cálculos, sin embargo, como todo que ha hecho, fallaron.
Tres años después López Obrador tuvo que admitir que, en efecto, sí hubo un aumento, pero no de 18 mil millones “Es de que será de como un 20 o 30 %, o sea, va a salir como once, doce; once o doce incluyendo IVA” (¿??).
Adelantaba titubeante que “según las estimaciones de los especialistas el costo final real podría oscilar entre 16 mil y 18 mil millones de dólares”.
Sería en aquel momento un disparo al corazón del presupuesto federal al doble, cifra por demás escandalosa ya que se daba en el marco de la desaparición de 100 programas asistenciales.
Mientras Rocío Nahle, siempre misteriosa, poco creíble, de un humor de la chingada y de mecha corta daba cifras erráticas, poco confiables. Cada vez que hablaba del tema daba la impresión de pretender ignorar el gasto total o no querer arriesgarse con montos finales.
Sin embargo, ya en la víspera de la primera inauguración de esa central petrolera hace un año, sostuvo que los 18 mil millones de dólares serían insuficientes para la terminación de la refinería.
La realidad rebasaba la fantasía.
Petróleos Mexicanos, de acuerdo a información proporcionada por el exdirector de Pemex, Juan Bueno Torio, da cuenta que para la terminación de “Dos Bocas” el gasto alcanzará los 24 mil millones de dólares, “según datos del propio Petróleos Mexicanos”.
“Serán 24 mil sin que la refinería se entregue, tal como se ha prometido, este año, ni el siguiente, ni el siguiente. Imposible alcanzar los 306 mil barriles diarios de crudo ya que no hay un ducto del mar de Campeche a Tabasco, al pie de la Refinería”.
Faltan 140 kilómetros de tubería bajo tierra.
“Consecuentemente, si no hay tubería, el crudo se tendrá que transportar en barco; el costo, sin embargo, saldrá más caro que la refinación y venta”.
Petróleos Mexicanos por lo pronto ya rindió cuentas al presidente López Obrador del estado actual de la refinería en donde se asienta que, antes de dos años “Dos Bocas” no podrá producir los 306 mil barriles diarios hechos públicos por el propio primer mandatario.
A la par la organización civil “Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad” ha venido denunciando que las autoridades no permiten la consulta pública de contratos y montos que se pagan a empresas contratadas”.
Tampoco cuestiona por qué solo una parte de los contratos entregados a empresas de dudosa reputación, están en Transparencia.
“Nahle ha señalado que en la página oficial de “Dos Bocas” están todas las cuentas y contratos, pero es falso; la Refinería no está en la cuenta pública; tampoco está registrada en la certera de inversión de la Secretaría de Hacienda, y aunque pareciera difícil de creer no está registrada en el Presupuesto de Egresos de la Federación”.
Por lo pronto ya no fue el primero de julio del año pasado cuando se prometió la entrega, se inauguró la magna obra; tampoco -tal como se insistió- el pasado primero de julio, pero sí en días pasados Roció Nahle declaró que se inició el pre-arranque.
“Es decir, se mantiene el proceso de carga de petróleo y posteriormente se iniciará un proceso de recirculación, de calentamiento y de acondicionamiento en la refinería”, declaró.
Ello técnicamente no es posible, explica Juan Bueno.
“Se habla de un “pre arranque” como si fuera un “pre copeo, es decir, no ha sucedido, pero vamos a festejar antes que suceda la fiesta, y este pre arranque que, en términos de una obra de ese tamaño y de esta naturaleza, nos indica que no existe todavía”, declaró por su parte el senador Julen Rementería.
El caso es que “Dos Bocas” no ha resultado más que una lengua larga del régimen donde apela al olvido.
Más ahora que Roció Nahle está por dejar el cargo de secretaria de Energía y la responsabilidad de la multimillonaria refinería, para buscar la candidatura al gobierno, no de Zacatecas, del cual es oriunda, sino de Veracruz.
¿Y Dos bocas?
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo