Agencias/Sociedad 3.0
En una emotiva ceremonia religiosa, familiares, vecinos y compañeras de trabajo despidieron a Milagros Monserrat, víctima de un terrible asesinato. Durante el adiós, el enfoque estuvo en el anhelo de «justicia» por la atrocidad que le costó la vida. Sin embargo, la familia de Milagros duda que el detenido, Miguel de Jesús, sienta algún tipo de remordimiento por sus acciones.
La familia espera que la ley se aplique de manera rigurosa contra el presunto asesino, quien, según los allegados a la víctima, parece carecer de sentimientos y empatía. La tía de Milagros expresó sus dudas sobre un posible arrepentimiento por parte del individuo que la atacó con extrema violencia, aseverando que «no tiene remordimientos». La brutalidad del ataque, que involucró múltiples puñaladas, ha dejado a la familia con la sensación de que el asesino no muestra señales de pesar genuino.
La familia agradeció el apoyo de los medios de comunicación y los mensajes de solidaridad que contribuyeron a la detención del presunto asesino. La sobrina de la madre de Milagros subrayó que si no hubiera sido por la difusión del caso, el asesino podría estar en libertad.
En medio del doloroso proceso de despedida, un religioso compartió palabras de consuelo, enfatizando la creencia de que la justicia divina prevalecerá. La comunidad también espera que las autoridades cumplan su deber en respuesta al trágico suceso que ha afectado profundamente a la familia de Milagros.
El lugar donde ocurrió el crimen, marcado por manchas de sangre, se ha convertido en un punto de homenaje. Vecinas y amigos se reunieron para rezar el rosario y encender veladoras en memoria de Milagros. La comunidad ruega por fortaleza y resignación para la madre de la víctima y exige que se haga justicia por el horrendo acto. La indignación se hace eco en las palabras de Alejandro Manrique, quien expresó la necesidad de que las autoridades tomen medidas para evitar la impunidad y garanticen que este crimen no quede sin castigo.
Con información de El Universal