Agencias/Sociedad 3.0
A pesar de su energía constante y su ambiente festivo, la Ciudad de México (CDMX) se encuentra entre las peores ciudades del mundo para disfrutar de un buen descanso nocturno. El estrés, el ruido y la contaminación que caracterizan a la metrópoli han llevado a esta clasificación, según un estudio realizado por CIA Landlords Insurance.
El estudio evaluó varios factores que influyen en la calidad del sueño, incluida la contaminación del aire, la contaminación lumínica, la seguridad en las calles durante la noche y la cantidad de horas trabajadas por persona. La CDMX ocupó el séptimo lugar en la lista de las peores ciudades para dormir bien, destacando las siguientes razones:
- Contaminación atmosférica: Con un preocupante 81.3%, la alta contaminación del aire en la ciudad afecta negativamente la calidad del sueño.
- Oscuridad y tranquilidad nocturna: La falta de oscuridad y tranquilidad durante la noche, debido al ruido constante y la iluminación excesiva, contribuye a un ambiente poco propicio para el descanso.
- Cantidad de horas trabajadas: Los habitantes de la CDMX trabajan en promedio 53% de horas semanales por persona, lo que puede impactar su capacidad para descansar adecuadamente.
- Seguridad nocturna: La percepción de seguridad al caminar solo por la noche es baja, con un puntaje de 77.7%.
- Nivel de delincuencia: El índice de delincuencia también influye en la sensación de seguridad y en la capacidad de conciliar un sueño reparador.
El estudio destacó que Colombia, Chile y México son los únicos países latinoamericanos incluidos en la lista. Bogotá encabeza la lista, seguida de Santiago, mientras que la CDMX ocupa el tercer lugar. Ciudades como Berna (Suiza), Reikiavik (Islandia) y Helsinki (Finlandia) fueron catalogadas como las mejores para dormir y descansar bien.
Aunque factores como la contaminación atmosférica y la seguridad en las calles pueden estar fuera del control individual, es posible tomar medidas para mejorar la calidad del sueño, como mantener una rutina de sueño regular, practicar la relajación antes de dormir, hacer ejercicio y reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.