En el día a día, encontramos un concepto tecnológico que gana cada vez más relevancia en nuestras vidas: la inteligencia artificial (IA). Pero, ¿qué es exactamente? La IA se refiere a la capacidad de las máquinas para imitar procesos cognitivos humanos, como aprender y tomar decisiones. Esto se logra mediante el uso de algoritmos y técnicas de aprendizaje automático, que les permiten analizar grandes cantidades de datos, aprender de ellos y realizar predicciones o tomar decisiones.
Entre las diversas formas de IA, exploraremos una que impacta indirectamente en nuestras actividades cotidianas y que posee un gran potencial económico: la Inteligencia Artificial Generativa (IAG). ¿Alguna vez te has preguntado cómo Siri o Alexa pueden responder nuestras preguntas con tanta precisión? Eso es la IAG en acción. Los informes automáticos en línea, las voces sintéticas en videojuegos, el reconocimiento facial para seguridad, las recomendaciones personalizadas de Netflix o Spotify y las composiciones musicales generadas por IA no son magia, sino resultados de la IAG.
Un informe de McKinsey Digital sobre el potencial económico de la IA generativa para incrementar la productividad destaca su capacidad para impulsar la próxima ola de eficiencia. Su impacto podría agregar billones de dólares a la economía global. Según la investigación, ésta tecnología podría sumar entre 2,6 y 4,4 billones anuales, aumentando el impacto de la IA hasta un 40%. Datos del informe de actividades advierten que entre 2030 y 2060, la mitad de las labores podrían automatizarse, con un punto medio en 2045. También, podría automatizar tareas que ocuparon el 60-70% del tiempo de los empleados, impactando la productividad y logrando crecimiento de 0.1-0.6% anual hasta 2040. Combinada con otras tecnologías, la automatización podría agregar 0.2-3.3 puntos al crecimiento de la productividad.
Asimismo, tiene el potencial de transformar roles para mejorar el rendimiento, exigiendo a los trabajadores aprender nuevas habilidades (Upskilling) o transitar a roles diferentes (Reskilling) en ventas, marketing y desarrollo de software. Esta tecnología podría generar hasta 4,4 billones en 2023 en sectores como banca, farmacéutica, medicina y retail. Por ejemplo, en banca, el potencial es de 200-340 mil millones de dólares, y en retail, entre 240-390 mil millones.
Aunque no hay datos específicos sobre su impacto de la industria en México, el interés por adoptar tecnologías de inteligencia artificial, incluyendo la IAG está en aumento. A pesar de que está en sus etapas iniciales, se vislumbra un futuro prometedor. Esta tecnología tiene un gran potencial para impulsar el crecimiento económico y generar nuevas oportunidades en diversas industrias mexicanas, aprovechando al máximo grandes cantidades de datos para generar soluciones creativas y personalizadas.
Sin embargo, para aprovechar al máximo esta tecnología, se requiere inversión gubernamental en investigación y desarrollo, políticas claras y éticas, y adaptación cultural corporativa. Por su parte, las empresas deben fomentar la innovación, capacitar a su personal y establecer alianzas estratégicas. La colaboración entre gobierno y empresas impulsará el crecimiento y la transformación de la industria, adaptando estrategias y adoptando un enfoque dinámico y resiliente. Esto implica invertir en talento capacitado en IA, fortalecer la infraestructura tecnológica y desarrollar asociaciones con expertos en el campo.
Las instituciones de educación superior deben jugar un papel protagónico, en sus programas académicos deben incluir materias que aborden las aplicaciones de la IAG en la industria, desarrollo de modelos generativos, integración en sistemas existentes y ética y responsabilidad en su uso. Estos temas dotarán a los futuros profesionistas de los conocimientos y habilidades necesarios para utilizarla efectivamente, impulsando la innovación y la productividad en la industria.
Esta tecnología representa una nueva era de oportunidades y desafíos para las empresas, y su adopción estratégica puede marcar la diferencia en el éxito económico en el mundo digitalizado de hoy. Enfocarse en ella no solo fomenta la innovación, sino que también construye un camino hacia un futuro económico y sostenible.
Ideario en perspectiva
Los indicadores de pobreza del informe Coneval 2022 son fundamentales para comprender la situación económica y social de México. Al reflexionar sobre estos indicadores, surgen preguntas clave: ¿Qué medidas se están tomando para reducir la pobreza moderada y evaluar su efectividad a largo plazo? ¿Cómo mejorar la distribución de recursos y los programas de apoyo para quienes más lo necesitan? ¿Cómo generar mejoras en el ingreso y fortalecerlas para reducir la pobreza? ¿Cómo abordar las carencias sociales y garantizar acceso a servicios básicos para el bienestar? Estas reflexiones son esenciales para diseñar políticas y programas efectivos que aborden la pobreza en México. Es importante analizar si las políticas actuales brindan oportunidades económicas a los sectores más necesitados y abordar las causas estructurales de la pobreza extrema. Mejorar el ingreso implica evaluar el impacto de las políticas de empleo y programas gubernamentales. Además, es crucial garantizar acceso a educación, salud y seguridad social para combatir la pobreza multidimensional. Reflexionar sobre estos aspectos permite identificar desafíos y diseñar estrategias integrales para promover el progreso y el bienestar en el país.