lunes, noviembre 25, 2024

Mercenarios del Grupo Wagner enfrentan incertidumbre tras la presunta muerte de su líder

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La presencia del Grupo Wagner se extiende desde los antiguos campos de batalla de Siria hasta los desiertos del África subsahariana, expandiendo la influencia global del Kremlin con mercenarios acusados de usar fuerza brutal y beneficiarse de las riquezas minerales incautadas.

Pero eso fue bajo el mando de Yevgeny Prigozhin, quien en lo que pudo haber sido su último video de reclutamiento, apareció con uniforme militar y un fusil de asalto desde una llanura seca y polvorienta no identificada mientras se jactaba de que Wagner estaba “haciendo a Rusia aún más grandiosa en todos los continentes, y a África aún más libre”.

Un jet privado que transportaba a Prigozhin y sus principales lugartenientes se estrelló el miércoles al noroeste de Moscú, dos meses después de que liderara una rebelión armada que desafió la autoridad del presidente ruso Vladimir Putin. Se multiplican las conjeturas de que el líder mercenario, a quien se presume muerto, fue blanco de asesinato debido a su sedición, aunque el Kremlin ha negado su participación.

El accidente ha planteado dudas sobre el futuro del ejército privado de Prigozhin, que luchó junto a las tropas rusas en Ucrania antes de su breve levantamiento contra los líderes militares en Moscú.

Las autoridades rusas han citado la necesidad de esperar los resultados de las pruebas de ADN para confirmar la muerte de Prigozhin, pero Putin expresó sus condolencias después de que el avión cayera del cielo. El líder ruso también ha ordenado a los combatientes de Wagner que firmen un juramento de lealtad al Estado ruso, según un decreto publicado en el sitio web del Kremlin la noche del viernes y con efecto inmediato.

Se emitió la orden después de que el Kremlin negara el viernes las insinuaciones de funcionarios y medios de comunicación occidentales de que el líder de Wagner podría haber sido asesinado por orden de Putin.

En los países africanos donde Wagner brindaba seguridad contra organizaciones extremistas como Al Qaeda y el grupo Estado Islámico, funcionarios y comentaristas pronosticaron que Rusia probablemente mantendría una presencia y pondría a los mercenarios bajo un nuevo mando.

Otros, sin embargo, dicen que Prigozhin construyó conexiones personales profundas que a Moscú podría resultarle difícil reemplazar rápidamente.

África es de vital importancia económica y política para Rusia.

Meses atrás, el grupo Wagner ayudó a asegurar un referéndum nacional en la República Centroafricana que consolidó el poder presidencial; es un socio clave del ejército de Mali en la lucha contra los rebeldes armados; y contactó a la junta militar de Níger, que quiere sus servicios tras el golpe de estado.

Ampliar los vínculos y socavar la influencia occidental en África es una prioridad máxima mientras el Kremlin busca nuevos aliados en medio de su guerra en Ucrania, donde las fuerzas del grupo Wagner también ayudaron a ganar una batalla clave. Las 54 naciones de África son el bloque de votantes más grande en la ONU, y Moscú ha trabajado activamente para conseguir su apoyo para su invasión.

Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, dijo el viernes que las fuerzas del grupo Wagner “son desestabilizadoras, y hemos alentado a los países de África a condenar su presencia, así como sus acciones”.

El Frente Republicano de la República Centroafricana, aliado del partido gobernante del país, reiteró el jueves su apoyo a Rusia y al grupo Wagner, y dijo que ellos estaban “decididos a pelear junto al pueblo africano en su lucha por la autodeterminación”.

El Kremlin aún podría enfrentar desafíos para mantener la fuerte presencia en África que Prigozhin ayudó a establecer.

Abbas Gallyamov, ex redactor de discursos de Putin, dijo que a Prigozhin se le pudo haber permitido continuar con sus actividades tras el levantamiento porque las autoridades rusas tenían que encontrar personas que se hicieran cargo de su trabajo.

“Se necesitaba tiempo para crear los nuevos canales, los nuevos mecanismos de control sobre esos proyectos”, explicó. “Y no es un hecho que hayan tenido éxito en eso. Es posible que hayan fracasado y el Kremlin pueda perder algunos de esos proyectos”.

El Ministerio de Defensa británico dijo que la muerte de Prigozhin “tendría casi con certeza un efecto profundamente desestabilizador en el Grupo Wagner”.

“Sus atributos personales de hiperactividad, audacia excepcional, impulso para conseguir resultados y brutalidad extrema impregnaron a (el grupo) Wagner, y es poco probable que sean igualados por ningún sucesor”, agregó.

Para Prigozhin, quien fundó el grupo Wagner en 2014, sus misiones no trataban simplemente de ampliar la influencia global de Rusia. Sus contratistas en Siria, Libia, Sudán y otros lugares explotaron la riqueza mineral y energética de esos países para enriquecerse a sí mismo.

Martin Ziguélé, legislador y líder de la oposición de la República Centroafricana, dijo que Wagner participaba activamente en la minería de oro, la madera y otras industrias, y sin pagar impuestos.

“Sólo podemos concluir que se trata de un saqueo”, puntualizó.

Prigozhin llegó a un acuerdo con Putin después de la rebelión en la que los mercenarios del grupo Wagner se mudaron a Bielorrusia a cambio de una amnistía, y habló reiteradamente desde entonces sobre la expansión de sus actividades en África. Se le vio cortejar a funcionarios africanos en una cumbre reciente en San Petersburgo.

unque Prigozhin había dicho a sus tropas en Bielorrusia que su nueva misión estaría en África, varios miles de ellos entrenaron al ejército bielorruso cerca de la frontera polaca, lo que llevó a Varsovia a reforzar sus fuerzas allí. No obstante, había señales de que los mercenarios se preparaban para regresar a Rusia.

Belarusian Hajun, un grupo que monitorea a las tropas rusas en Bielorrusia, dijo el jueves que las imágenes de satélite mostraban que más de un tercio de las tiendas en un campamento del grupo Wagner estaban desmanteladas, señal de un posible éxodo. Sin embargo, el presidente Alexander Lukashenko insistió en que su país albergará a unos 10 mil combatientes.

Eso suscita fuertes objeciones por parte de la oposición bielorrusa, que exige su retirada.

“La muerte de Prigozhin debería poner fin a la presencia de Wagner en Bielorrusia, lo que reduciría la amenaza para nuestro país y sus vecinos”, dijo a la AP la líder opositora exiliada Sviatlana Tsikhanouskaya.

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