Parece que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tenido razón cuando nos ha reiterado a los veracruzanos que es una bendición para todos nosotros tener como Gobernador a Cuitláhuac García Jiménez.
Y digo que parece, porque ayer el mandatario veracruzano tuvo una intervención pública que algunos podrían considerar como la de un verdadero estadista, porque ni más ni menos que desde la tribuna veracruzana le dio consejos valiosísimos a la Organización de las Naciones Unidas.
Dejen, les cuento: todo sucedió en la conferencia de prensa que ofreció ayer en Palacio de Gobierno. Ahí, una reportera le preguntó sobre la comunicación que envió al Presidente de la República la señora Margaret Satterthwaite, Relatora Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados, de la ONU, sobre la situación de la jueza Angélica Sánchez Hernández, en la que le pide que “adopte todas las medidas necesarias para proteger los derechos y las libertades de la persona mencionada e investigar, procesar e imponer las sanciones adecuadas a cualquier persona responsable de las violaciones alegadas. Quisiera asimismo instarle a que tome las medidas efectivas para evitar que tales hechos, de haber ocurrido, se repitan.”
El Gobernador, como es su costumbre, contestó con ese medio discurso característico en él y los reporteros más avisados pudieron entender que estaba en contra de lo dicho por la Relatora Especial, a la que acusó de mentir:
“No fue dirigida a mí, ni al Gobierno de Veracruz, fue dirigida al Gobierno de México. Pueden opinar lo que quieran, son libres, es la forma, pero en lo que le piden al Gobierno de México vienen datos falsos, cosas que no son ciertas”.
Y entonces el titular del Ejecutivo veracruzano se puso el traje de estadista y pasó a dar consejos al Consejo General de la ONU sobre cómo debería actuar para resolver el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.
“Yo no sé si la relatora especial sepa qué es libertad jurisdiccional porque el juez nunca la obligó y ella retoma las mismas palabras de la jueza y falta a la verdad. Entonces, ¿cómo puedes hacer un juicio faltando a la verdad, dando a conocer sólo una parte de la versión?”
En ese momento fue donde Cuitláhuac mostró su verdadero tamaño, porque a continuación exclamó:
“Ahora entiendo por qué la ONU no puede resolver la guerra en Ucrania”
Y culminó con esta perla para la diplomacia internacional:
“Pues si se llenan solamente de una versión, pues nunca vas a resolver nada. O ya lo resolvieron no sé, que la ONU supongo es lo principal, una guerra que nos afectó a todos, disparó los precios de los combustibles, el gas les pegó durísimo en Europa, pusieron en jaque a muchas familias”.
Así que si escuchas ambas versiones de las partes en conflicto, entonces resolverás asuntos tan complejos como la guerra en Ucrania.
Lo dicho, una bendición.