Porque la belicosidad de la política en tiempos electorales y la gran dosis de veleidad de su contenido dificultan los pronósticos, y además, porque esta actividad del hombre es de índole científica, no podemos acudir a las artes adivinatorias para discernir sobre acontecimientos por venir. Por esos antecedentes nos permitimos adelantar que Samuel García, gobernador de Nuevo León, no será candidato presidencial de Movimiento Ciudadano y lo que ahora están haciendo Dante y Samuel es jugar mediáticamente con esa idea, es decir, solo blofean. A continuación nos permitimos exponer los porqués de esa deducción: a) Samuel García ganó la elección para gobernador con el impulso de los seguidores de Morena en esa entidad y b) porque el PAN y el PRI compitieron por separado eliminándose mutuamente, obviamente no hubiera ocurrido tal desenlace con la sinergia de un solo Frente. Sin embargo, ese resultado electoral demostró la escasa convocatoria de MC en esa entidad y la prueba radica en la mayoría opositora en el Congreso local. Y es justamente en esa circunstancia donde aparece la causa eficiente que podría inhibir a Samuel García a irse de candidato, porque el Congreso con mucho gusto le extendería la licencia para apartarse del cargo e irse a esa aventura sin destino prometedor, sería un boleto sin regreso porque la mayoría de diputados nombraría un gobernador interino que hipotéticamente bien podría permanecer por el resto del periodo de gobierno estatal.
Al margen de ese muy posible escenario, y del canto de las sirenas a los oídos de Samuel García, también debe llegarle el susurro de la prudencia desde quienes ostentan el poder económico de esa entidad, advirtiéndole que quien desde palacio nacional mueve los hilos para la participación en solitario de MC ya va de salida y pocos beneficios podría aportarle a su futuro político. Más aún, el muy oportuno deslinde de Luía Donaldo Colosio de no hacerle segunda a Dante Delgado en su renuente actitud de no juntarse con los del Frente, envía un subliminal mensaje respecto al propósito disruptivo de MC. Porque con una simple regla de tres es posible advertir que el partido de Dante Delgado, ya sin Jalisco y otros personajes que seguramente seguirán el camino de Colosio, podría difícilmente alcanzar el porcentaje de votos requerido para mantener el registro. ¿Samuel García no está al tanto de esa circunstancia? Es difícil suponer que ante la evidencia de los hechos lo ignore. En fin, poco vivirá quien no conozca el desenlace de este interesante affaire político que permite a nuestro paisano Dante Delgado situarse en una coyuntura electoralmente histórica, ya para bien o ya para mal, según el cristal desde donde le se enfoque. Pero la política también es ámbito propicio para la especulación, entre ellas la de Fernández Noroña quien sugiere que Marcelo Ebrard podría “romper” con Morena si no es el candidato para serlo por Movimiento Ciudadano, ¿será? Es descabellado, porque en todo caso sería más fácil que Samuel García fuera por MC que Marcelo quien si juega sería para ganar, y por allí obviamente no.