Raúl Arias Lovillo
En este espacio hemos venido documentando en las últimas semanas el grave desastre en el que se encuentra nuestro país y nuestra entidad. Desafortunadamente la cuarta transformación ha sido solamente una destrucción de nuestras instituciones y de nuestro entorno. Desde hace cinco años el discurso de odio, impulsado desde el poder, ha provocado una creciente polarización social. El diálogo entre ciudadanía y gobierno no existe, la autocracia se ha instalado como forma básica de gobernar.
La tradicional alegría y el optimismo característico de los veracruzanos se va perdiendo. Desde hace algún tiempo nos roban la seguridad y la sonrisa. Nuestras familias viven con miedo y en nuestra vida cotidiana nos mantenemos en la zozobra de ser asaltados, extorsionados o desaparecidos.
Los programas sociales han sido insuficientes para reducir la pobreza en Veracruz, la austeridad ha provocado el daño en la infraestructura de carreteras, puentes y caminos. Hoy tenemos miles de personas más sin acceso a los servicios de salud, más rezago educativo y un deterioro de la educación superior y de la capacidades de investigación científica, tecnológica y humanística.
Ante estos malos resultados de gobierno, hoy urge construir una salida al desastre de Veracruz. No será fácil, seguramente en las próximas elecciones vamos a enfrentar la compra masiva de la voluntad ciudadana, acarreos, alteración del conteo de votos en las casillas, desaparición de urnas y una larga lista de artimañas electoreras al viejo estilo del régimen político antes de la existencia del INE.
Afortunadamente soplan vientos de cambio provocados por la creciente participación de la sociedad civil organizada en nuestra vida política. Ha sido fundamental su protagonismo en las históricas marchas de noviembre y febrero próximo pasado en la defensa del INE, en el proceso de construcción del Frente Amplio por México (FAM) y en la ulterior designación de la candidata Xóchitl Gálvez.
En este contexto, precisamente, un grupo de organismos civiles y de ciudadanas y ciudadanos libres e independientes de nuestro estado, integrados en el Consejo Cívico Ciudadano (CCC), nos hemos dado a la tarea de replicar la experiencia del FAM para construir el Frente Amplio por Veracruz (FAV), bajo la coordinación del Arquitecto Fernando Pérez Vignola.
En el CCC ya contamos con cerca de un centenar de representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil construyendo una agenda para realizar una propuesta política del FAV. Próximamente se va a presentar a las dirigencias estatales de los partidos de oposición PRI, PAN, PRD y MC un documento base para iniciar el trabajo conjunto para replicar el modelo del FAM en nuestro estado.
Las circunstancias que hoy vivimos en Veracruz exigen todo el compromiso de los partidos políticos de la oposición para ganar el próximo año. Ninguno de los cuatro partidos, participando en el proceso electoral de manera separada, puede ganar la elección. Conviene, por tanto, participar todos juntos. Una segunda ventaja de integrar toda la oposición en el Frente por Veracruz posibilita elegir, a través de un método acordado por sus miembros, la mejor candidatura ya que estará legitimada por el apoyo de todas las fuerzas políticas de la entidad. Si eso lo logramos, sin duda, la gente encontrará eco para construir entre todas y todos un futuro esperanzador para nuestras familias.
Con toda razón se dice que hoy vivimos la hora de la ciudadanía. Solo algunas semanas atrás todos veíamos un horizonte negro en nuestro futuro, parecía que todo estaba definido. Morena arrasaría en las elecciones del próximo año. Sin embargo, las movilizaciones sociales y la emergencia de Xóchitl Gálvez como un auténtico fenómeno politico en nuestro país cambiaron radicalmente las cosas. Hoy existe un optimismo que permite ver el futuro de otra manera, pero el triunfo no está asegurado. Se necesita trabajar intensamente en la organización ciudadana para enfrentar con todo la elección de Estado del próximo año.
En el caso de Veracruz, no existe una cultura de participación democrática pero las cosas están cambiando. El futuro no está predeterminado, lo podemos construir entre todas y todos. Tenemos que convencer con mucho estusiasmo a familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo que es posible cambiar nuestra triste realidad actual. El proyecto de la cuarta transformación no da más. Solo funcionó con suficientes recursos financieros que el gobierno ya se acabó y no puede sostenerse en el futuro con deuda. Además, es completamente falso que los programas sociales vayan a desparecer con el nuevo gobierno. Frente a la continuidad que proponen las candidatas de Morena, es decir más del desastre que hemos sufrido los últimos años, el FAV debe proponer una nueva cultura política que establezca las bases de políticas públicas que favorezcan la pluralidad y que permitan recuperar la grandeza de Veracruz, la paz social y la alegría de su gente.
La apuesta por la construcción del Frente Amplio por Veracruz es muy alentadora, ojalá los partidos politicos de oposición y la ciudadanía veracruzana estemos a la altura de la exigencias de este momento histórico.