Pretendiendo arrasar completamente la Ciudad, los israelitas impusieron un ultimátum de 24 Hrs. para que más de un millón de palestinos evacuen el Sur de la Franja de Gaza; lo que no solo es imposible de llevar a cabo…
Además, hacia dónde. Pues la única salida era Egipto y ya fue clausurada por los propios egipcios, que declararon no estar en condiciones de poder dar asilo a esa cantidad de refugiados…
La ONU ha declarado que ambos bandos cometen crímenes de guerra; he hizo un llamado para que prevalezca el espíritu humanitario. Solo que ese espíritu no existe en las guerras; pues como decía Marco Tulio Cicerón (106 – 43) quien es considerado el más importante filósofo romano: “Las Leyes guardan silencio cuando suenan las armas”…
Por lo que urgió a Israel, a quien siempre ha protegido, de retractarse del ultimátum. Sin embargo, como era de esperarse, el Ejército del Pueblo escogido por su Dios, responsabilizó a Hamás de cualquier daño que se pueda infligir a los civiles que no atiendan la orden de desalojar el Sur del enclave…
Haciendo recordar, cuando en el año 70, las legiones romanas comandadas por Tito Flavio Vespasiano (39 – 81) destruyeron completamente el Templo de Salomón y solo dejaron en pie, una pequeña parte de la muralla que circundaba la ciudad de Jerusalén, a la que hoy llaman “El muro de las Lamentaciones”…
Para que quedara constancia, lo que les sucedía a todos aquellos que retaran al Imperio; pues los romanos ya estaban cansados de los levantamientos por parte de los zelotes en contra de su protegido, el Rey Herodes (72 – 4) y su descendencia; pues siendo idumeos -árabes, no podían permitir un Rey que no fuera judío; y menos un árabe-. Hecho que dio comienzo a la diáspora judía…
Todo terminó, en la, hasta ese entonces inexpugnable fortaleza de Masada, donde fueron a refugiarse los zelotes, quienes finalmente, tras el asedio romano y su inminente derrota, prefirieron suicidarse…
Cabe citar, que el famoso Templo de Salomón, que constituye el centro de la vida de los judíos, pues contenía el “Arca de la Alianza; que se supone se la llevó el faraón Sisac en el 925 antes de esta Era…
También los babilonios de Nabucodonosor II destruyeron el templo en el año 587, llevándose como esclavos a los judíos, que sobrevivieron a la invasión, donde permanecieron por 70 años, hasta que Ciro el Grande (600 – 530) el persa, conquistador de Babilonia, permitió que regresaran a Israel.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.