domingo, noviembre 24, 2024

Se nos fue el avión

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El presidente López Obrador fue prolífico en ofrecimientos durante su campaña al cargo que ahora desempeña, no todos han sido cumplidos, entre estos muchos de fundamental importancia: terminar con la corrupción, dar fin a la inseguridad pública, servicios de salud de calidad, regresar a las fuerzas armadas a sus cuarteles, crecimiento económico del 6 por ciento, etc., otros están aún en veremoa, como la descentralización de Secretarías de Despacho en diferentes puntos de la nación, aunque ya se advierten serias dificultades para concretar esa medida. Sin embargo, debe reconocerse que cumplió lo relativo a la venta del avión presidencial José María Morelos, el TP01 a cuatro años y cinco meses después de iniciar su mandato. Esa aeronave fue adquirida en 2012 por el gobierno de Felipe Calderón y utilizado por el presidente Peña Nieto en los dos últimos años desu gestión. El controversial proceso de esa venta tuvo un pico cuando el 15 de septiembre de 2020, en sorteo de la Lotería Nacional se rifó, y los 264 millones de pesos obtenidos se transfirieron al INSABI, así lo dijo margarita González, titular de la Lotería Nacional. (Información tomada de un estudio de Ángel Cabrera, en Milenio del 28 de agosto)

Fue en abril del año en curso cuando el presidente informó de la multicitada venta al gobierno de Tayikistán a un precio de mil 658 millones de pesos (ese avión costo 6 mil 79 millones de pesos), que se destinarían a construir dos hospitales en Guerrero y en Tuxtepec, Oaxaca para el IMSS-Bienestar. La aeronave ya es propiedad del referido gobierno asiático, lo usa su presidente, sin embargo, en México se continuará pagando en abonos por arrendamiento financiero hasta 2027. Este año, se estima, se pagarán por dicho arrendamiento 249 millones de pesos, si se revisa el presupuesto federal para 2024 allí aparecerá una obligación correspondiente al abono en pago del avión que usa el gobierno de Tayikistán. Este episodio de nuestra vida nacional recuerda la sarcástica frase pronunciada por Pirro, rey del Epiro, “Otra victoria como esta y estamos perdidos”.

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