domingo, diciembre 22, 2024

El Tribunal Electoral se alía con Nahle para robar la elección

Por Edgar Hernández*

Eva Barrientos es la cabeza de playa.

Las sospechas de una elección de Estado en el marco de la renovación de la gubernatura en el 2024 se convirtieron en hechos al quedar al descubierto que la presidenta de la Sala Xalapa del Tribunal Electoral, Eva Barrientos Zepeda se declara en abierto operadora de Morena.

Reuniones privadas con los equiperos de la zacatecana que encabeza Juan Javier Gómez Cazarín, con la misma Nahle, encuentros privados y fiestas “entre amigos” con Cuitláhuac García y las primeras acciones para armar el robo de la elección del 2024, así lo evidencian.

Y es que ahora que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a nivel república entró en crisis con las presiones de tres de los magistrados que lo integran, claramente alineados con Morena y su mandamás López Obrador, para cesar en sus funciones al presidente de la Sala Superior Reyes Rodríguez Mondragón y tener así un tribunal a modo, se observa en entidades como Veracruz acciones encaminadas a sumarse a al robo electoral.

Habrá que observar que, en aras de amarrar fines electorales, la 4T tiene en otros estados como Veracruz, magistrados a su servicio.

Y no hay que ir muy lejos para constatarlo.

En Veracruz es un secreto a voces que la presidenta de la Sala Xalapa del TEPJF, Eva Barrientos Zepeda, mantiene fuertes compromisos y tratos por ella misma declarados con los morenos.

Ello lo evidencia la cercana relación que mantiene la Barrientos con el gobernador Cuitláhuac García, con el dirigente estatal Esteban Ramírez Zepeta y con destacados cuadros de la 4T jarocha, todos ellos asistentes asiduos a sus reuniones sociales y a sus celebraciones de cumpleaños que terminan en verdaderos reventones.

Visto esto, existe un claro conflicto de intereses al conocer de los asuntos y recursos en contra del partido gobernante promovidos por otras fuerzas políticas, dado que la funcionaria debería de excusarse de intervenir en ellos y en procura de la imparcialidad electoral.

El año pasado, por ejemplo, existió ese conflicto de intereses al conocer de los asuntos de la tercera circunscripción, que tiene como cabecera Xalapa, en relación al partido “Fuerza por México”, cuyo dirigente el senador Pedro Haces Barba la distingue con su amistad y se disculpó con ella por no poder asistir a su cumpleaños, organizándole una rumbosa fiesta en Boca del Río.

Y para todavía quedar mejor le obsequió una ostentosa esclava Cartier.

La cercanía y atenciones recibidas de este personaje, alfil de Morena, las presume a quien quiera oírlo de la propia Eva Barrientos, quien además no ha dejado de asistir, los últimos 4 años, a las fiestas organizadas por el senador.

Ahora, rumbo a la elección en Veracruz, en días recientes Eva Barrientos no oculta sus simpatías por Rocío Nahle y ha expresado que el gobernador del estado es un actor secundario en el proceso y que quien siga con él está equivocado porque la ruta es con Nahle.

La presidenta de la Sala Xalapa, en funciones como operadora morenista, ha manifestado a quien se le acerca que dada la cercanía con el ex representante de Morena ante el órgano electoral y hoy presidente del IVAI, David Jiménez Rojas, con la precandidata Rocío Nahle, es el enlace con ella y que quien aspire debe buscar su cobijo y alinearse con él y con nadie más.

Y como hay que apostarle a todo para no perder, la magistrada ha estado presionando a las presidentas del OPLE Veracruz, Marisol Delgadillo, y del Tribunal Electoral de Veracruz, Tania Celina Vázquez, para que se reúnan con la senadora Indira Rosales, quien, con otros senadores panistas, la apoyan en su intención de ser magistrada de la Sala Superior del TEPJF.

Vaya operadora de Morena resultó la magistrada Eva Barrientos, quien es presidenta de la Sala Xalapa Regional Xalapa del TEPJF, con jurisprudencia en Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y Veracruz, desde marzo del 2022 con fuertes vínculos con Morena.

Testimonios no solo periodísticos dan cuenta de frecuentes reuniones con Rocío Nahle y otros actores políticos del partido gobernante, lo que es platicado –¡Vaya candidez!- por la propia Eva.

La imparcialidad, legalidad, objetividad, equidad y demás principios que rigen a las elecciones pueden esperar. La magistrada está en lo suyo convencida de que hay que estar con la ganadora hasta que pierda.

El problema es que no se da cuenta que, si en el escenario político del 2 de junio no resulta ganadora Nahle, no aplicará en ella el “¡No me vengan con que la ley es la ley!”.

Tendrá que rendir cuentas.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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