Agencias/Sociedad 3.0
Expertos en transparencia, periodistas y defensores de la libertad de expresión levantan la voz contra la reciente filtración en línea de datos personales de periodistas que cubren la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador. La difusión de esta información ha desatado una ola de preocupación y demandas de acción legal contra los responsables.
La excomisionada presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Jacqueline Peschard, calificó el incidente como grave y destacó que se deben emprender investigaciones exhaustivas para determinar la legalidad de la divulgación de estos datos. Según la ley de protección de datos personales, la difusión de información privada requiere el consentimiento explícito del titular, y de lo contrario, constituye una violación tanto a esta ley como a la Constitución.
Para Peschard, esta filtración podría tener la intención de desacreditar a los periodistas o incluso ser utilizada con fines políticos para presionar o intimidar a los medios de comunicación. La investigación del INAI buscará determinar si se obtuvo el consentimiento de los periodistas para la divulgación de sus datos y, de no ser así, se presentarán denuncias ante la Fiscalía General de la República.
La divulgación de datos personales pone en riesgo la seguridad y el patrimonio de los periodistas, lo que puede desencadenar situaciones de amenaza e intimidación. Eduardo Bohórquez, de Transparencia Mexicana, subrayó la importancia de una investigación seria y transparente por parte del INAI para identificar a los responsables y evaluar el impacto en los derechos constitucionales de los periodistas afectados.
Héctor de Mauleón, reconocido periodista, describió la filtración como un escándalo y expresó su preocupación por la exposición y desprotección en la que quedan los periodistas que cubren las mañaneras presidenciales.
El organismo civil Artículo 19 resaltó la gravedad del incidente, especialmente en un país donde la violencia contra la prensa es alarmante. La filtración no solo vulnera la dignidad y la intimidad de los periodistas, sino que también compromete su seguridad física, particularmente en un espacio donde han sido reportadas persecuciones y amenazas.