Puede sonar bastante trillado, posiblemente hasta parezca necio, pero este 2024 será un año de grandes e importantes definiciones en nuestro país. Todo parece estar en juego, desde la misma idea de democracia, hasta la idea de país. Los candidatos desde el oficialismo hablaran de todo, prometerán continuidad y cambio, pero nunca lo expondrán de lo que se trata realmente, la definición de dos proyectos de nación.
Los candidatos del oficialismo, de donde sean y del color que gusten, en campaña por lo regular se resisten a llamar a las cosas por su nombre, es una forma de evitar la crudeza de las palabras y su significado, se rehúsan a ser calificados por sus resultados, sería electoralmente la peor estrategia, no hay forma de construir un eufemismo en más de 170 mil muertos en esta administración. Es imposible elaborar hermosas frases para calificar el fracaso absoluto en materia de salud.
De que forma vender políticamente proyectos como la Refinería de Dos Bocas que no ha refinado un solo litro de gasolina y su presupuesto de construcción ya se duplicó y aún le falta un par de años para terminar. Cómo llamar éxito a un aeropuerto que costó miles de millones de pesos y está completamente vacío o cómo usar como plataforma electoral un Tren Maya que triplicó su presupuesto y nomás no tiene fecha de terminación.
Lo preocupante es en definitiva el proyecto que intentan imponer desde Palacio Nacional, uno sin el menor contrapeso al poder, donde no exista una Suprema Corte de Justicia de la Nación que garantice la legalidad, un legislativo que revise al ejecutivo, donde los órganos autónomos no cuestionen y la democracia sea una simulación de ganadores designados desde Palacio Nacional o desde la Chingada.
A mí en lo personal el proyecto de nación del oficialismo no me gusta. Estoy convencido que la democracia y libertades son o deben ser nuestro objetivo. El respeto a la diversidad de pensamiento, la construcción de un país donde todos estemos incluidos y considerados, un país sin adversarios jurados o enemigos que aniquilar, un proyecto donde las palabras sean importantes y el insulto desde el poder sea inaceptable es el México que debemos defender.
Yo quiero un México diverso políticamente, uno donde no exista un partido único que obedezca a un líder amado. Quiero un México moderno, con miles de problemas que tenemos que atender entre todos, darles solución con trabajo, inventiva y creatividad y no con dadivas del poder.
Quiero vivir en un México donde entre todos resolvamos los graves y muy complejos problemas que tenemos como nación y no en uno donde todo se resuelva con frasecitas fáciles y sencillas que se repitan mil veces con la esperanza que de tanto repetirlas los problemas se resuelvan.
Me gustaría un México donde los niños y niñas sean atendidos como la mayor prioridad nacional. No hacer de la educación un botín político y sindical. Quiero un México con salud para todos y no mega farmacias como respuesta demagógica a una verdadera tragedia nacional.
No me importa que proponen los candidatos, mi única preocupación es que México no se convierta en el país de una sola persona, Quiero contrapesos para que esto no sea la tierra fértil de los caprichos más delirantes. Quiero mexicanas y mexicanos que impidan que regresemos al México del partido único. Quiero un México diverso e incluyente.
Quiero un México sin tantos militares a cargo de todo lo que no tienen que estar a cargo. No me gusta ver a militares en aduanas, aeropuertos, trenes, desarrollo inmobiliario, construcción, contratistas, medicinas, seguridad, puertos, y además, con cada día mayor peso, presupuesto y participación política.
Quiero un México moderno, uno que sea un mejor país para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Un México donde pensar distinto no sea un delito que perseguir.
Esto es lo que votamos en este 2024 y ni un político en campaña se los va a decir. Nuestro voto definirá el México de los próximos 50 años. Un México de un solo partido o el México de la diversidad donde entre todos construyamos el futuro.
El México de la diversidad no es garantía de éxito y progreso, pero el México de un solo partido si es garantía absoluta de fracaso.
Es nuestra decisión.
Jorge Flores Martínez
X @jorgeflores1mx