Cuando no ha podido ni siquiera sostener sus propias investigaciones y se le caen los casos por falta de elementos que obligan a los jueces a favorecer a los acusados, la Fiscalía General de la República, que encabeza el ausente Alejandro Gertz Manero, ahora pretende hacer del caso Colosio una nueva fuente de escándalo y, en pleno año electoral, no sólo habla del «segundo tirador» que ninguno de los cuatro fiscales anteriores pudo probar, sino que además, en una maroma que provoca burlas y memes en las redes sociales, pretende involucrar a Genaro García Luna en la muerte del excandidato presidencial priista ocurrida hace 30 años.
Y mientras el caso de magnicidio sufre reveses de los jueces federales, que no encuentran sustento en las acusaciones de la Fiscalía General, desde Monterrey el hijo de la víctima, Luis Donaldo Colosio Riojas, alza la voz para pedirle al Presidente que otorgue el indulto al asesino confeso de su padre, Mario Aburto y de esa forma se le dé un carpetazo definitivo a la investigación, como petición de la familia del fallido candidato presidencial, para cerrar definitivamente ese capítulo doloroso para ellos.
«Apelando pues a la compasión del Presidente, yo diría que mejor indulte a Mario Aburto, que ponga un carpetazo final a este asunto, que permita que tanto mi familia como yo, sanemos, que iniciemos un camino hacia la reconciliación a través del perdón, pero sobre todo a través del respeto, a dejar esto ya en manos de otra justicia, porque la justicia mexicana quedó a deber en su momento y hoy lo que queremos es darle vuelta a la página», dijo el Alcalde de Monterrey, quien acusó también un uso electoral y político del asesinato de su padre porque, dijo, «cada tres a seis años sale que vamos a reabrir el caso, creo que antes deberían explicar qué es lo que quieren lograr, este asunto está ya muy manoseado y no es justo para la familia que estén reciclando el tema con tal de sacar una raja política».
La petición y los argumentos de Luis Donaldo Colosio hijo no sólo apelan al respeto a la memoria de su padre, sino también exhiben la intentona del gobierno de la 4T, por órdenes expresas del Presidente e instrumentada por la incondicional presidenta de la CNDH, Rosario Piedra, quien al emitir una recomendación por el delito de «tortura» en contra de Mario Aburto, le dio pie a la FGR y a Gertz Manero para que revivieran las investigaciones y obtuvieran una posible liberación del asesino de Colosio prevista para el próximo mes de marzo, justo en el arranque de las campañas presidenciales.
Si ya era una burda maniobra política y electorera la reapertura del caso Colosio 30 años después, ahora, con las declaraciones del heredero del apellido Colosio, el fiscal Gertz y su equipo son desnudados como viles zopilotes del Presidente que, con tal de sacar raja política de un caso que en el imaginario colectivo nunca fue del todo resuelto y más bien fue manipulado para ocultar la verdad, hoy son capaces hasta de inventar nuevos culpables en la persona del exsecretario de Seguridad de Felipe Calderón, quien se encuentra preso en Estados Unidos.
Está muy claro que lo que quiere la FGR y el presidente López Obrador sólo es escándalo y morbo con sus supuestas «nuevas investigaciones» que le permitirían volver a juzgar a la clase política ya no sólo del PRI, que en su momento fueron investigados como sospechosos de haber participado en el asesinato de su propio candidato, sino también del PAN, utilizando ahora la figura de García Luna para acomodarlo en la escena y el contexto del crimen ocurrido hace casi 30 años en Lomas Taurinas, Tijuana. Pero, sobre todo, lo que los hace remover a muertos del pasado, es su imperiosa necesidad porque se deje de hablar de la corrupción de sus hijos Gonzalo y Andy López Beltrán, de su asistente Daniel Asaf y del contratista amigo Amilcar Olán, lo que han denominado El Clan de la corrupción lopezobradorista.
Esta es, pues, una investigación política o, para citar al propio Presidente, «polítiquería pura», que no tiene interés en llegar a la verdad, ni tiene los elementos para hacerlo, pero busca lucrar y arrebatarle votos a la alianza opositora en las próximas elecciones federales. Por eso es más que entendible y justificada la dura reacción de Colosio Riojas, quien vivió desde niño todo el calvario de mentiras, ocultamiento y manipulaciones en las investigaciones sobre el asesinato de su padre, algo que se sigue repitiendo cada sexenio y que en este pretenden utilizar como elemento para golpear a la oposición, mientras esconden la corrupción de la familia presidencial al amparo del poder del presidente… Los dados repiten Serpiente. Segunda caída de la semana.