El reciente anuncio de los tandeos en el suministro de agua entubada dado a conocer por el alcalde xalapeño Ricardo Ahued es solo uno de los dramáticos avisos relativos a la escasez de agua para consumo humano que comienza a gravitar sobre la población avecindada en las faldas y alrededores del Cofre de Perote. Hace bien el alcalde Ricardo Ahued en adelantarse porque de esa manera subliminalmente nos advierte acerca del duro estiaje que se avecina. La región, que incluye la zona metropolitana de Xalapa, integra un universo de 50 municipios, que de alguna manera mantienen interrelación directa con el Parque Nacional Cofre de Perote (cuya dimensión alcanza las 11 mil 533 hectáreas), tres ríos nacen y cursan en ese territorio, y cuatro lagunas- Quilapa, La Negra, El Alto Pixquiac y El Tecajete- son la fuente de donde emana el agua que se consume en sus alrededores, solo que la población ha crecido desmesuradamente aumentando el requerimiento y consumo del vital líquido. No pocas organizaciones civiles han señalado los riesgos de la contaminación y del cambio climático, el Colectivo Acción Ambiental México y la Fundación Salvemos el Agua, principalmente, han puntualizado el daño ecológico infringido al Parque Nacional Cofre de Perote: deforestación y contaminación de sus afluentes son el sello más dañino de la acción del hombre en la región.
¿Cuáles han sido las acciones y programas implementados por el gobierno federal y el estatal para enfrentar la agresiva acción del hombre contra nuestros recursos naturales? ¡poco o nada! por lo que se ve. ¿Qué acciones adoptan los gobiernos para enfrentar el duro estiaje? En nuestra entidad no se advierten medidas que nos digan algo sobre las ollas en el campo para salvar el hato ganadero, nada tampoco que hable acerca de programas de recolección de agua de lluvia en los centros urbanos, “sienten el temblor y no se hincan”, dice la sabiduría popular. Hay información preocupante, según MW Group: apenas en diciembre la sequía alcanzaba al 20.81 por ciento del territorio nacional y para el 15 de enero aumentó a 28.79 por ciento. Para la Ciudad de México y zona metropolitana el panorama es desolador en grado extremo porque el Sistema Cutzamala está en niveles más que preocupantes y cerca de mil colonias ahora mismo ya padecen desabasto de agua. ¿Tenemos conciencia del grave desabasto del liquido de oro? No, solo cuando acudimos a llenar con agua de la pipa nuestros baldes. Pero para resolver los problemas colectivos está el gobierno- municipal, estatal y federal- y en esa tarea deben incluir la participación de toda la sociedad, por supuesto. A ver cuándo.