NO FUERON los partidos políticos quienes se vieron representados en la marcha por la democracia que se llevó a cabo ayer en la ciudad de México y las diversas capitales de los Estados y poblaciones en general que se unieron a esta gran cruzada por la libertad del voto popular, el respeto a los resultados electorales y la no intervención del Estado, como de los grupos criminales que operan en todo el país bajo el amparo de los gobiernos de la cuarta transformación, fueron, en realidad, los propios ciudadanos que fueron convocados voluntariamente para castigar a quienes detentan el poder y usándolo para sus propios fines.
México, vivió una gran fiesta cívica en la que vibró el himno nacional, entonado por la ciudadanía de esta nación como si fuera un momento cumbre de una verdadera insurrección ciudadana, mostrándose con ello que el pueblo está cansado de tantas mentiras gubernamentales, sobre todo, por la amenaza que se cierne a la democracia que tanto ha costado construir bajo un clima de paz y tranquilidad.
La sociedad civil salió a las calles para manifestarse en contra de este gobierno y de las sucias intenciones de matar la democracia, utilizando las estrategias de un sistema dictatorial como lo ha demostrado permanentemente el propio presidente de la república y todos aquellos seguidores de esta mafia infernal que ha estado generando serio daño a las instituciones.
Con esta nueva manifestación del pueblo, el gobierno ya debe tener bien claro por donde van las cosas y el rumbo que seguramente tomarán las elecciones venideras, con un resultado inobjetable en favor de una nueva forma de gobernar, la cual ya se asoma cada día más. México, ha despertado para exigir el respeto a sus propios derechos.
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LA SOCIEDAD CIVIL, ÚNICA PROTAGONISTA
NADIE PUEDE NEGAR que han sido los propios ciudadanos los que han generado la nueva condición democrática en el país. La llamada sociedad civil ha puesto en verdadero jaque al gobierno de la república y a los Estados donde se encuentra gobernando la gente de Morena. Con la demostración de ayer, en una marcha ciudadana por el rescate de las instituciones republicanas, principalmente la democracia y la libertad del pueblo mexicano para elegir libremente a sus gobernantes, sin ninguna presión ajena a su propia voluntad.
Fueron miles, quizá millones de personas que se congregaron en todos los rincones de la patria para exigir a los gobiernos de la cuarta transformación, el respeto absoluto a decidir con su voto y sin tener que responder a los intereses de unos cuantos que se han enquistado en el gobierno federal y algunas entidades del país para saquearlo e imponer una dictadura que les permita mantenerse en el poder, bajo la fuerza y estrategias ilegales. La marcha para defender la democracia, no fue solo eso, sino también una lucha en contra de un gobierno de mentiras y evidente corrupción que ha llevado al país al borde del abismo económico, con una deuda pública difícil de pagar.
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NO LES HIZO NADA EL VIENTO, COMO A JUÁREZ
EN ALGUNAS PARTES DEL país donde el frente frío que recorre el territorio nacional, generó vientos huracanados como fue en el propio puerto de Veracruz, el viento no les hizo nada a los ciudadanos que salieron a las calles para exigir el respeto a la democracia.
En otras zonas, como en la capital veracruzana, la lluvia y las bajas temperaturas, tampoco incidieron considerablemente en la gran voluntad ciudadana para asistir a los lugares destinados para la manifestación, de tal manera que ahí estuvieron soportando el mal tiempo, pero conscientes de que la lucha ciudadana por la defensa de la democracia, era el objetivo principal y no cederían ante las inclemencias del atravesado clima invernal.
Se cumplieron las expectativas de una gran movilización ciudadana, con serio mensaje para quienes aún detentan el poder.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.