LAS ELECCIONES ya cumplieron dieciocho días de haberse llevado a cabo. Desde entonces, todo parece indicar que la vida política de la entidad veracruzana ha entrado en un estado catatónico. Nadie o pocos hablan ya del tema dando por concluido el proceso electoral. La verdad de las cosas es que hasta este momento sigue el proceso electoral, porque aun no se resuelven las impugnaciones relacionadas con las inconsistencias de esta jornada electoral, aunque ya se hayan entregado las constancias de mayoría. Mientras esto no suceda, se entiende que el proceso continúa, por lo que podría darse por terminado hasta los primeros días del mes de septiembre que son los tiempos que tienen las autoridades del Tribunal Federal Electoral. No se sabe cuál vaya a ser su resolución en los casos que se han presentado para su revisión, entre ellos, el correspondiente a la gubernatura del Estado, donde, finalmente se decidió por parte de la oposición presentar las inconformidades relativas.
Hay juristas que se han adentrado en encontrar una solución justa para los casos reclamados en virtud de que, dicen, hay elementos suficientes para demostrar que hubo serias anomalías y que pudieran ser parte de una resolución que llegara, incluso, a modificar los resultados electorales y hasta repetir la elección si fuera necesario.
Es por eso que insistimos que el proceso electoral de Veracruz, no ha terminado, porque todos estos actos reclamados forman parte del mismo y por lo tanto no hay una definitiva decisión que haga concluir este proceso, que además se percibía como uno de los más importantes del momento circunstancial que vivía Veracruz, pero que las inconsistencias en los resultados han hecho que haya perdido la dimensión que se le dio en su momento.
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LA ESTRATEGIA DE NAHLE
SE ENTIENDE QUE LOS nombramientos o invitaciones a formar parte de la nueva administración estatal que encabezará la virtual gobernadora de Veracruz, que ya fueron anunciados, tienen una importante razón, es decir, tratar de que los futuros colaboradores comiencen por empaparse de la responsabilidad que tendrán en unos meses. Para unos es normal que se siga esta estrategia, mientras que para otros significa adelantarse a una situación que aun no se resuelve o que bien, sea una forma de presión para quienes tienen en sus manos los expedientes de las impugnaciones correspondientes.
La cuestión es que, en este momento, como decíamos anteriormente, la política veracruzana, está quieta, no se mueve lo suficiente para hacer creer que todo está resuelto. De ahí que muchos acierten en que se trata de actos adelantados, o bien el síndrome de comer ansias o también una seria preocupación por lo que pueda venir desde los tribunales. Muchas interpretaciones se vienen dando, porque en realidad, no es un asunto menor, toda vez que de las resoluciones de la autoridad electoral pueden derivar muchas otras acciones de carácter jurídico y político, sin duda.
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SICOLOGÍA POLÍTICA
EL TRABAJO DE SANAR HERIDAS, va a ser bastante arduo, roda vez que de acuerdo al panorama político que se ha venido observando en todo el territorio estatal, es que la población está seriamente dañada y dividida, por lo que tendrá que llevarse a cabo un verdadero proceso de restauración que podría llevarse, por lo menos, la mitad del sexenio.
Junto a este camino que se tiene que seguir, tendrán que aplicarse los mejores esfuerzos para administrar honestamente el erario estatal y cumplir con las promesas hechas durante la campaña y de acuerdo a los programas oficiales que se tengan contemplados para que la gente inconforme de Veracruz, se llegue a convencer de que hay plena voluntad para hacer las cosas bien.
En Veracruz, hay profundas heridas políticas dentro de la propia sociedad y al mismo tiempo un sentimiento de pura frustración y ahí es donde debe entrar la función específica de la sicología política.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.