La votación del dos de junio de 2024 será registrada como de una elevadísima participación ciudadana inedita porque había entusiasmo social hacia un proceso constitucional que da oportunidad para un relevo pacífico de los cuadros gobernantes; urnas muy llenas con votación poco diversa definieron el sentir social, la sorpresa para no pocos electores radica en los resultados y en la diferencia de votos para partidos y candidatos a partir del primer anuncio de presuntos conteos. En Veracruz, por ejemplo, a dos horas de cerrarse las casillas ya se estaba dando por ganadora a la candidata de MORENA, Rocío Nahle, con una diferencia de más de 20 puntos sobre Pepe Yunes, a esa hora ¿de dónde sacaron los votos de la diferencia si en Xalapa todavía se estaban contando? Y no se diga que del PREP, porque este formulario se llena cuando el conteo concluye y es entonces que los comisionados del INE o del OPLE en este caso toman la fotografía y la envían a sus respectivos centros de cómputo. Pero en casillas del centro de la ciudad eran las 11 de la noche y los formularios aun no se llenaban con el resultado electoral o el conteo aún proseguía, entonces ¿de dónde la diferencia que de entrada surgió como un descontón político? Al “voto secreto” le van a atribuir culpas, pero se compone del ánimo ciudadano y al salir a votar la ciudadanía expresó necesidad de cambio ¿hacia MORENA? Según el golpe cibernético así ha sido, aunque en la realidad la percepción ciudadana indicaba hacia otra dirección. Cada candidato cuenta con sus respectivas actas porque en las casillas estuvieron representantes de los partidos en pugna, el conteo de votos se realiza en presencia de esos representantes por lo que es difícil que como antaño en ese sitio se haga el chanchullo electoral, que en este caso huele a cibernético o a descontón político.